LOS GRABADOS DEL OBISPO SAN JULIAN DE CUENCA Y DE ALONSO DE CESPEDES, OBRAS DE JUAN DE NOORT

Antonio Rodríguez Saiz 2016

 

Cuando, según el diccionario, con el buril o el cincel se señala una superficie metálica, piedra o madera una figura o representación de un objeto se está realizando la técnica de grabar.

Tan antiguo es el grabado, arte de grabar, que tendremos que remontarnos a más de tres milenios, cuando entre los ríos Tigris y Éufrates, daban forma los sumerios, en la parte sur de Mesopotamia, a unos diseños toscamente ejecutados en piedras cilíndricas que suavemente pasaban sobre la arcilla blanda, señalándose la traza o diseño preparado para ello.

Con el invento del papel serían, posteriormente los chinos, quienes harían realidad las primeras impresiones sobre él con molde de piedra. Todo ello sin olvidar la importancia que tuvo el grabado en Japón en épocas más cercanas a nosotros.

Una gran ciudad europea, Amberes, marcaría principalmente en el siglo XVII un jalón interesante en la técnica del grabado con importantes artistas nacidos allí o que en ella desarrollaron su arte, extendiéndose su obra principalmente por el entonces amplio Imperio Español.

Junto a otros que si no alcanzaron la fama internacional si desarrollaron un amplio trabajo serio y fecundo merecedores, por ello, de respeto, recuerdo y consideración.

Este es el caso de Juan de Noort (o Van Noort) flamenco nacido en Amberes el año 1587 y que se establece en Madrid al poco de cumplir cuarenta años, eligiendo entre las diferentes técnicas para trabajar el aguafuerte y el grabado a buril. Fueron multitud sus trabajos repartidos por toda la geografía hispana, aunque no fueran del agrado del gijonés y crítico de arte Ceán Bermúdez, quien al comenzar el siglo XIX en su Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes dejaría escrito que Juan de Noort “grabó con más delicadeza de buril que de buenas formas de dibujo diferentes portadas de libros, retratos y santos”.

Cuando Noort llevaba establecido en la Villa y Corte cuatro años y había ejecutado ya un buen número de obras realizó un grabado que representa a San Julián, 2º obispo de la Diócesis de Cuenca recibiendo la palma de manos de la Virgen.

El original se encuentra en el Archivo de la Catedral de Cuenca. Sus medidas son: 16’5cm x 13 cm.

Como puede observarse en este grabado de 1632, que aquí se reproduce aparece la imagen del culto y santo obispo mozárabe toledano Julián ben Tauro arrodillado, vestido con los ornamentos que utilizaban los prelados para el culto solemne. A sus pies hay tres cestillas, con asas dos de ellas y una mitra.

En su mano izquierda tiene el Obispo San Julián asido el báculo pastoral que apoya en su cuerpo, y con la diestra recoge la palma que en esta instantánea le entrega la Virgen coronada, vestida con túnica y manto, figura que sobresale del resto del grabado.

Está acompañada de vírgenes y ángeles que sujetan palmas con sus manos y a sus pies tres querubines, espíritus celestes que forman el primer coro.

En el fondo del grabado se aprecia el convento y puente de San Pablo, construidos gracias al canónigo Juan del Pozo y hay también otros edificios que alguno asocia con la catedral y la ermita del “Tranquilo o Tranquillo”. Imágenes nada coincidentes con la realidad conocida.

Un florero corona la impresión, bordeado por ángeles y otras dos imágenes parecidas a sirenas, resaltando el escudo de la ciudad de Cuenca – cáliz y estrella – frente al del obispo Enrique Pimentel, hijo natural del conde Benavente, que llevaba diez años rigiendo la diócesis de Cuenca, después de haber sido obispo de Valladolid y posteriormente (1645) propuesto para el arzobispado de Sevilla que humildemente suplicó su renuncia para poder seguir con los conquenses, en admirable escrito dirigido al rey Felipe IV, autor de la propuesta.

El calcógrafo flamenco Juan de Noort puso una inscripción circular que dice S. JVLIANVS * EPISCOPVS * CONCHENSIS, A DEIPARA * TRIUMPHALI * PALMA * DECORATUR

En la parte inferior y a ambos lados está la firma: Juan de Noort, fecit en Madrid 1632.

Otra obra del flamenco Noort relacionada con Cuenca es un grabado calcográfico de Alonso de Céspedes, gran militar del siglo XVI llamado “El Bravo” “El Fuerte”  “El de las grandes fuerzas” “Alcides Castellano”; sobrenombres todos ellos que indican como era este ilustre paisano que nació el año 1587 en Horcajo de Santiago, según reflejan las Relaciones de Pueblos del Obispado de Cuenca donde en lo referido a Horcajo de Santiago dice entre otras cosas: “De los treinta e ocho capítulos dixeron que en la dicha villa del Horcajo nasció e salió de ella un hombre que se dixo por nombre Alonso de Cespedes, el cual fué de muy grandes fuerzas casi sobre natural. E fué muy señalado en cosas de fuerzas, e el más valiente en armas e otras cosas que se hallaba en toda esta tierra; y después murió en la guerra del reino de Granada, estando sirviendo por capitán” (fechado en Horcajo de Santiago, de la Orden de Santiago 29 de noviembre de 1575).

 

En el grabado de Céspedes de 12’6cm x 8’50 cm se aprecia la figura del militar horcajeño con armadura de la época y debajo su escudo de armas firmado por Juan de Noort, F. Lleva por título "El Capitán Alonso de Céspedes El Brabo”. Apareció por primera vez el año 1647 en “Compendio de las más señaladas hazañas que obro el capitán Alonso de Cespedes Alcides Castellano. Su Ascendencia y Descendencia con varios ramos genealógicos que desta Casa han salido. Publicalo Rodrigo Mendez Silva. Cronista General Destos Reynos de su magestad. Debaxo de la esclarecida protección del Excelentisimo señor Don Luis Mendez de Haro Sotomayor y Guzman Conde-Duque de Olivares Con privilegio en Madrid por Diego Diaz. Año 1647”

Fue adquirido este retrato por el Gobierno español en 1867 y se encuentra en la Biblioteca Nacional de España.

Cinco años después de la impresión de este retrato fallece el artista, hecho ocurrido el día de la festividad de San Antonio de Padua de 1652, después de una amplísima y fecunda obra realizada en España sobre retratos, portadas, estampas y dibujos.

Me parece justo recordarlo y así lo hago.