Títulos y honores de la ciudad de Cuenca

Antonio Rodríguez Saiz

 

   
    En el transcurso de los tiempos, Cuenca se ha visto distinguida con títulos que, por merecimientos y servicios prestados, nos recuerdan sucesos y momentos de su historia: "Muy Noble y Muy Leal" fue el primero de los títulos concedidos a la ciudad por Real Cédula de Enrique IV en 1465, coincidiendo en el tiempo con graves conflictos que llevaron a los nobles más influyentes a reunirse para derrocar al rey en la famosa "farsa de Avila"; "Fidelísima y Noble" por Real Carta del primer monarca Borbón, Felipe V, el 19 de septiembre de 1710; "Heroica" según otra Real Carta del mismo rey, en su segundo reinado tras el cortísimo y efímero de su hijo Luis I y el llamativo y sorprendente de "Impertérrita" en Real Orden de 14 de septiembre de 1843, cuando se cumplían dos meses del pronunciamiento contra el regente del reino Espartero, fechas aquellas donde, por única vez en nuestra historia había dos ministros del gobierno de la Nación nacidos en Cuenca y de arraigo en ella: Fermín Caballero y Mateo Miguel Ayllón.

    A estos títulos, anteriormente reseñados y que la ciudad posee, hay que añadir los otorgados al ayuntamiento de Cuenca. En algunos folletos con motivo de la festividad de San Mateo figura el de "Ilustrísimo" desde 1793 (cuyo documento de concesión no he conseguido ver hasta la fecha) y el de "Excelencia", éste dado por el entonces joven rey Alfonso XII en Real Decreto de 31 de mayo de 1881, a menos de cuatro meses de haber ocupado Sagasta la jefatura del gobierno, en relevo de Cánovas del Castillo.

EL TÍTULO DE "EXCELENCIA"

    La idea de solicitud del título de "Excelencia" para el Ayuntamiento de Cuenca fue formulada por el alcalde Santos López en sesión de la Corporación Municipal el 14 de junio de 1880 en estos términos:
"El Señor presidente propuso al Ayuntamiento y este acordó dirigir instancia a S.M. el Rey en solicitud de que a la Corporación Municipal se digne concederle el tratamiento de Excelencia por consideración a los timbres que ilustran la historia de la ciudad que representa y atendiendo a los títulos y mercedes que le tienen otorgados sus augustos antecesores desde don Alfonso VIII hasta doña Isabel II".

    Una vez aprobada por unanimidad la propuesta, se elevó la petición a Madrid el 12 del siguiente mes, transcurriendo casi un año hasta la firma de su concesión y comunicada a los vecinos conquenses por medio de un bando, diez fechas después. Bando que, para su conocimiento, se fijaba en los sitios públicos que se tenía por costumbre y que a finales del siglo anterior eran las fachadas de los casinos, Casa Grande, Trinidad, Instituto de Segunda Enseñanza, Puerta de Valencia, iglesia de San Felipe, Cocheras, Casas Consistoriales, etc.

    El bando mencionado, textualmente decía así:
    "Don Santos López García alcalde presidente del Excmo. Ayuntamiento Constitucional de. esta ciudad, Hago saber: Que por Real Decreto de treinta y uno de mayo último comunicado por el señor Gobernador Civil de esta provincia en orden de tres del actual ha concedido S.M. el Rey (q.D.g.) a dicha corporación el tratamiento de Excelencia, atendiendo a la remota antigüedad de esta ciudad y a los señalados servicios que en todas épocas ha prestado su Ayuntamiento a la Monarquía y a la Patria por los cuales ha merecido de sus antecesores en diferentes épocas los títulos de Muy Noble, Muy Leal, Fidelísima e Impertérrita. Lo que se hace saber al vecindario cumpliendo el acuerdo que dicho Excmo. Ayuntamiento tomó en sesión de este mes. Dado en Cuenca a diez de junio de mil ochocientos ochenta y uno". Puede observarse que involuntariamente se omitía el título de "Heroica" en la relación de títulos.

    Obvio resulta decir que acordó el pleno del Ayuntamiento expresar a Alfonso XII "e/ profundo agradecimiento con que ha acogido y conservará siempre el Real Decreto que acredita aquella distinción", gratitud que también se manifestó por escrito al Director General de Administración Local, Isidro Aguado y Mora, quien debió agilizar las gestiones y ayudó al Ayuntamiento en este asunto, a cuyo frente como se observa estaba S. López, que veía concluido el 1 de julio de ese año su mandato de un bienio y le sucedía para regir los destinos de la ciudad el concejal Joaquín María Girón y Font.

LA MEDALLA DE LOS CONCEJALES

    Otra petición fue hecha en aquella época, a propuesta de los ediles Pajarón, Martínez y Arrazola, en uso al distintivo que debían llevar los miembros de la Corporación de Cuenca, en aquellos actos y lugares en que estuviesen presentes como miembros del Ayuntamiento. Su concesión fue comunicada por el Ministro de la Gobernación el 9 de junio de 1881 como puede leerse:
"S.M. el Rey (q.D.g.) ha tenido a bien conceder autorización a los Concejales del Ayuntamiento de esa capital para el uso en los actos públicos de una medalla de oro, pendiente de cordón morado y oro, según el modelo que la expresada Corporación acompaña a su exposición de 28 de mayo último. De Real orden lo digo a V.L para su conocimiento y el de la Corporación Municipal a los efectos consiguientes".

    Sería oportuno -pienso- indagar y averiguar si desde aquella fecha ha habido alguna modificación del mismo rango en la concesión que justifique el cambio de símbolos que usan hasta el presente los ediles conquenses, en cuyo caso no habría nada que objetar. Si no fuese así y el cambio desde la legalidad no se hubiese efectuado, lo correcto y apropiado sería volver a cumplir la autorización del Rey en 1881, desempolvando la exposición hecha aquel 28 de mayo y sustituir la medalla actual y el cordón morado por uno con ambos colores (morado y oro), sin gravar las arcas municipales.

    Puede pensarse que todo ello carece de importancia, más aún teniendo en cuenta los problemas que tiene la ciudad, pero en modo alguno es incompatible el esfuerzo y dedicación por solucionarlos, con el respeto a lo nuestro, como se hace en otros lugares con menos historia, tradiciones y recuerdos que Cuenca.