Antonio Rodríguez Saiz
AQUELLOS SELLOS ALEGÓRICOS Y ARTÍSTICOS DE SEMANA SANTA
Antonio Rodríguez Saiz
Cuando por razón de edad se puede recorrer, en sentido figurado, un buen número de desfiles procesionales de Semana Santa que han tenido (y tienen) por espectacular marco la ciudad de Cuenca hasta llegar al tiempo presente es justo hacer estimación y apreciar el trabajo, dedicación, ilusión que ha llevado a la Semana de Pasión , desde décadas por un trayecto ascendente y de notable progresión en todos los órdenes iniciado después de la Guerra Civil cuando todo estaba por hacer de nuevo y la imaginación para alcanzar lo ideal y real fue, a veces, importante sobre fines propuestos especialmente para recabar y conseguir fondos tan necesarios entonces.
Hay importantes datos de aquellos intensos años que perviven en la memoria colectiva, archivos, periódicos y revistas, además de libros muy documentados que se han publicado periódicamente dignos de merecer reconocimiento y gratitud. Forman un buen caudal de información sobre el devenir de la conmemoración más importante que se celebra anualmente en la ciudad del Júcar y Huécar.
Solamente voy a referirme a un dato, en mi opinión, muy significativo que recordarán un buen número de lectores que pone de manifiesto como algunas acciones, aparentemente de poca entidad, suelen ser importantes para la consecución de fondos y dar juntamente una proyección y difusión de la Semana Santa de Cuenca más allá de sus límites locales traspasando los cerros del Socorro, San Cristóbal y de la Majestad del Señor (o Rey de la Majestad) que la circundan.
Ya existían antecedentes varios, por ejemplo, rifa de un par de mulas (1940) con resultado mejor de lo previsto, concierto festival de circo, verbenas populares, venta de almanaques de pared con fotografías de pasos, teatro, etc.
El dato que me refiero tuvo su origen el día que la iglesia católica celebra la festividad de Santiago del año 1952 cuando la Junta de Cofradías celebró pleno en los locales que el Patronato había cedido en las Escuelas de Aguirre. Dio comienzo la sesión a las doce de la mañana presidida por el vicesecretario de la misma, Antonio Patiño Tarín; (representante de la Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Agonía) cuando después de aprobada la propuesta hecha por ,Antonio Martínez Patiño sobre adquisición de un guión o enseña de la Junta de Cofradías para desfiles procesionales y otros pendiente sólo de la aprobación posterior del diseño y detalles, éste miembro de la Junta “ expone la conveniencia de adquirir sellos de propaganda de nuestra Semana Santa, de idéntica forma que se viene haciendo en otras capitales, creando con ello un eficaz medio de propaganda incrementando al mismo tiempo los ingresos de la Junta”, propuesta que fue aceptada.
Posteriormente se presentaron y fueron estudiados dos presupuestos de Artes Gráficas Martorell con domicilio social en la calle Ruiz Perelló núm. 12 de Madrid y Gráficas Fournier con sede en Vitoria que había sido fundada en 1870 cuando el burgalés Heraclio Fournier a la edad de 19 años abrió en la capital vasca un pequeño taller primero como fabricante de naipes que alcanzó gran fama , ampliado después el negocio a fabricar sellos, impresión de libros, encuadernación, revistas, láminas de arte….
Fue aceptado el presupuesto de Gráficas Fournier, cuyas características eran las siguientes:
- Impresión de 100.000 sellos por una cara de 4’5x 4’5 cm de perforado a perforado, en 30 modelos diferentes.
- La impresión sería en huecograbado o fotograbado a un color en papel engomado, utilizando esta técnica que conseguía grabados de buena calidad.
- Se presentarán en blocs de 50 hojas cada una con 10 sellos.
- El precio por millar tendría un coste de 47’80 pts. más 50 cts. por cada cubierta de blocs en tipografía a una tinta.
Algunos de los datos anteriores no son coincidentes con los que pueden observarse en la fotografía de los sellos que acompañan este artículo, pues el tamaño es ligeramente inferior y en la portada del bloc figura realizados en Lit. Antona. Tarancón, emblemática imprenta fundada en 1934. También figura que las fotografías de los sellos son de, Martínez Pérez. Sin duda se refiere al maestro y fotógrafo conquense, Julián Martínez Pérez (n. Salvacañete), que nos dejó excelentes testimonios gráficos de Semana Santa, monumentos, costumbres efemérides …, de Cuenca. Son datos algo opuestos al acuerdo ¿por qué?, pero que no altera la noble finalidad y resultado.
En aquella reunión señalada anteriormente se solicitaba hacer invitaciones a las hermandades para que enviasen a la Junta una fotografía de su imagen para la impresión y enviar un escrito a, Victoriano Enrique Chávarri Peñalver que era delegado provincial de Información y Turismo en Álava solicitando su colaboración y ayuda con el fin que los sellos a imprimir fuesen vistosos y de calidad. Chávarri Peñalver después de varios años se trasladaría a Granada donde ejerció el mismo cargo hasta su fallecimiento (1971). Había nacido en Cuenca donde fue fundador y primer director del periódico Ofensiva.
Se consideró conveniente la distribución de los sellos propagandísticos de la Semana Santa en los comercios de la capital y provincia, principalmente de propietarios conquenses extendiéndose a hoteles, restaurantes y personas interesadas por Cuenca y la celebración de la Pasión
El precio del sello era de 10 céntimos y se unía al franqueo de correos que por aquella época llegó a ser de 50 céntimos para cartas cada 20 gramos de peso o fracción y 35 céntimos para tarjetas postales; precios que eran para España, Tánger, Protectorado, Colonias, Filipinas, Gibraltar, Portugal y sus colonias y Repúblicas Americanas (salvo alguna).
Tuvo gran aceptación y éxito, según se deduce de lo reflejado en Junta del día nueve de diciembre de 1952 donde se informa que se había realizado otro pedido de 100.000 sellos iguales que los anteriores, por estar la primera edición prácticamente agotada y eso que no se había completado la distribución.
Esta segunda edición tuvo importantes ventajas sobre la anterior pues al poder utilizar las planchas de trasferir imágenes donde se conservaba toda información impresa el precio se redujo en 1.000 pesetas siendo la cantidad resultante para abonar de 3.880 pesetas.
Hubo un ruego o petición en la sesión por parte del secretario para que se realizasen gestiones ante las hermandades que formaban parte de la Junta de Cofradías para que enviasen nuevas fotografías de las imágenes de buena calidad “con objeto de que el nuevo pedido de sellos que haya que hacerse se puedan completar más motivos y variar el resto, con objeto de estimular al público en el uso de los mismos”.
No quedaría aquí el número de sellos propagandísticos confeccionados por Artes Gráficas de Vitoria y así al año siguiente la Junta de Cofradías encargaría 200.000 de iguales características que las ediciones anteriores, con pago por letra a 60 días.
De esta última edición hubo que cancelar 1.275 pesetas importe de los sellos enviados a residentes de distintas ciudades que no abonaron el importe que les correspondía y reclamar a los estancos de la ciudad 825 pesetas que estaban pendientes de cobro.
Ello no es óbice para considerar, reitero, que la campaña de promoción fue un éxito de divulgación hasta más allá de nuestras fronteras y son un buen número de conquenses, me consta, que aún conservan de recuerdo algunos de ellos.
En estas líneas dedicadas a los sellos de Semana Santa no quiero olvidar el sello por valor de un euro conmemorativo del IV Centenario de la Procesión “Camino del Calvario “dentro de la serie “Tradiciones y costumbres” donde aparece la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Salvador, junto con el escudo de la ciudad y el logotipo del IV Centenario, presentado en el Palacio Provincial de Cuenca el dieciocho de marzo de 2016.
Todo lo anteriormente relatado sucedía después de haberse celebrado la Semana Santa de 1952 durante los días 6 al 13 de abril con acontecimientos diversos que con brevedad señalo algunos:
Una Semana Santa deslucida, una vez más, a causa de la lluvia que finalizaba con el recuerdo el último día del cincuenta aniversario del hundimiento de la torre del Giraldo de la catedral (13 -4-1902), infausta fecha que muchos conquenses conservaban en su retina.