ARQUETA ARTÍSTICA CON RESTOS DEL FUNDADOR DE CUENCA (ECUADOR)

Antonio Rodríguez Saiz

 

Un conquense ilustre de nombre Andrés Hurtado de Mendoza el año 1.557 ordenó y envió a su leal capitán Gil Ramírez Dávalos a “ver la dicha tierra de Tomebamba  y andéis y rodeéis la comarca y tierras que tiene para fundar un pueblo que se intitule la ciudad de Cuenca “.

Era Hurtado de Mendoza virrey del extenso territorio del Perú que comprendía parte de América del Sur y algunos territorios más. Se había distinguido por el servicio al emperador Carlos V en Flandes, Túnez y Argel, motivo por el que fue nombrado virrey del Perú y capitán general, esto unido junto a su experiencia el valor y tacto político necesario

La orden se cumplió el lunes 12 de abril del año indicado acompañado de un grupo de españoles y varios dirigentes indígenas.

Se puede considerar que el primer contacto directo de interés entre las ciudades de Cuenca (Ecuador) y Cuenca (España) fue el año 1.917 cuando era cónsul en Quito, Ángel Sánchez Vera perteneciente a una conocida y culta familia conquense.

Con motivo de la coronación en Cuenca ( oficialmente su nombre es Santa María de los Ríos de Cuenca ) de un busto en honor de Luis Cordero Crespo, fallecido cinco años antes, abogado, escritor y ex -presidente de la República de Ecuador, el cónsul Sánchez Vera tomó contacto con autoridades cuencanas y por ello escribió una carta al alcalde de su ciudad de nacimiento donde señalaba que  “ en estas tierras del Ecuador se consagra un afectuoso recuerdo a esa  Ciudad y se la honra cuando ocasión existe de ello “.

En contestación el alcalde conquense se expresaba en estos términos deseando: “la prosperidad y gloria de Cuenca del Ecuador y rogamos a Vd. sea intérprete de cariño, ante la representación legal de nuestra hija, entregando, sin el gesto austero de la vieja Cuenca, un fraternal saludo a la Cuenca joven, la lozana, la de rientes campos tropicales” y solicitaba consejo para fortalecer la amistad entre las dos ciudades homónimas.

Tendría que pasar, también, un buen número de años cuando se producía la visita del escritor ecuatoriano Roberto Crespo Ordóñez, presidente de la Casa de la Cultura de Cuenca en viaje a España con especial interés manifestado por visitar la ciudad del Júcar, acompañado del secretario de la Municipalidad.

Se dio tal relevancia esta visita que el 3 de mayo de 1.950 en las Salas Consistoriales se celebró pleno extraordinario presidido por Aniano González López, gobernador civil interino en representación del titular Gabriel Juliá Andreu y el alcalde accidental Sebastián Cano Guijarro que, después sería alcalde, que en esta sesión sustituía a Jesús Merchante Sánchez, con la asistencia de 10 concejales

Cuando el gobernador interino declaró abierta la sesión intervino el alcalde accidental para explicar el motivo de la sesión que era presentar a las dos personalidades ecuatorianas, cuyos cargos se han indicado anteriormente invitándoles a continuación a comparecer en el Salón de Plenos que lo hicieron acompañados de Federico Muelas, Cronista Oficial de la ciudad.

 En presencia de ellos les dio la bienvenida y expuso el deseo que allí en Cuenca del Ecuador “hagan expresión  del orgullo que esta ciudad española siente por la prosperidad de la hija fundada en el siglo XVI, por el glorioso conquense Andrés Hurtado de Mendoza “.

Hubo sugerencias del escritor y poeta conquense, cuando se encontraban en la capilla del Espíritu Santo de la catedral, donde están enterrados varios virreyes de América, y poder ser el recinto “Santuario de la Raza”, además que el Ayuntamiento podría adquirir los derechos que tienen los herederos de los fundadores y con aportaciones hispano-americanas se repararía la capilla.

También Federico Muelas habló de otras iniciativas combinando sueños y realidades, procedentes de su desbordante imaginación y fantasía que nunca abandonó.

En la visita a la capilla del Espíritu Santo se hizo donación de la llave perteneciente a su puerta que muy agradecido el representante ecuatoriano dijo “que será para mi y mis conterráneos preciosa reliquia que sabremos conservarla con singular devoción “.

Dos meses después (13-7- 1.950) el alcalde Jesús Merchante se lamentaba por carta al marqués de Cañete, Enrique de Queralt y Gil Delgado por ser titular de la capilla del Espíritu Santo donde reposan los restos de Andrés Hurtado de Mendoza de esta forma: “Como recuerdo y faltando al respeto que nuestros objetos artísticos e históricos y sin contar con Vd., se entregó la llave primitiva de la puerta de entrada. No comparto la responsabilidad y nunca lo hubiese yo hecho. “Había estado ausente por motivos oficiales.

Al tener anunciada la visita del alcalde de Cuenca (Ecuador) a su homónima española para hacer entrega de las llaves de su ciudad pensó el alcalde Merchante de ofrendar algunos pequeños trozos de los restos de fundador Hurtado de Mendoza junto con un pergamino donde se hiciese constar los hechos más relevantes del Virrey.

Esta idea se la dio a conocer al obispo Inocencio Rodríguez Diez a quien le pareció acertada, aunque todo estaba sujeto a la aprobación del marqués que la aceptó cuando tuvo conocimiento de la propuesta.

A mediados del mes de noviembre de ese año la Corporación Municipal, previa propuesta de la Comisión Permanente acordó encargar al escultor conquense Luis Marco Pérez la ejecución de una arqueta artística de madera con incrustaciones en plata que con anterioridad había diseñado el escultor.

Se aprobó el precio total por 15.000 pesetas, después de haber rebajado Marco Pérez 10.000 pesetas.

Todo ello tenía la finalidad de fomentar las relaciones entre las dos ciudades, promover proyectos, intercambios y también corresponder al gesto que tuvieron los cuencanos de obsequiar con la reproducción de las llaves de oro y plata de aquella ciudad entregadas por su alcalde Enrique Arízaga Toral.

El tiempo pasaba y desde la ciudad ecuatoriana tuvieron que recordar a los regidores municipales de aquí el compromiso hecho dos años antes de enviar la reliquia dentro de la arqueta, recordando Martínez Espinosa en nombre de la Municipalidad “que no diré una deuda de honor, sino un viejo anhelo común a ese y a este pueblo”.

Con el fin de conocer el estado en que se encontraba la realización de la artística arqueta y poder dar una contestación se solicitó información (10-5-1.952) a Marco Pérez quien rápidamente contestó diciendo que solamente faltaba ejecutar los detalles en plata y se podría calcular su terminación aproximadamente en un mes.

Esta carta del escultor se la dirigía al alcalde Sebastián Cano diciéndole que al tener que comprar la plata para su fundición le rogaba el envió de 4.000 pesetas a cuenta del encargo que en su momento se le hizo y de esta forma no se retrasaría la terminación y se podría entregar.

Hay que hacer constar que hasta la fecha Marco Pérez solamente había recibido 4.000 pesetas que se le abonaron cuando se aceptó la aprobación de encargo (año 1.950) por importe de 15.000 pesetas.

Esta situación no me atrevo de calificar como lamentable, aunque lo parece, más aún cuando la Municipalidad de la ciudad ecuatoriana daba excelentes nuestros de afecto e interés. Por si fuera poco, el Ayuntamiento de Cuenca a finales de julio señalaba que no tenía consignación específica en el presupuesto de ese año para cumplir el encargo hecho al escultor y tenía que ser librada la cantidad al capítulo de imprevistos.

Durante varios años por el cruce de cartas, principalmente, entre el Ayuntamiento y el laureado escultor en relación con la mencionada reiteradamente arqueta histórica se observa, o así me parece, la paciencia de Marco Pérez, ya reconocido por su arte y los incumplimientos reiterados por los regidores conquenses. En 1.956 se volvía a recordar el abono de las 4.000 pesetas necesarias para los gastos mencionados anteriormente y esta vez sí le sería abonado por cheque bancario cruzado y el compromiso del pago hasta su totalidad a la entrega del encargo, ya consignado el resto de 7.000 pesetas en la confección del siguiente presupuesto.

Es posible que todo este asunto ayude a considerar que podría haber contribuido a que Marco Pérez no contestase en su momento a la invitación que el Ayuntamiento hizo a él y a los escultores Fausto Culebras, Leonardo Martínez Bueno y José Navarro Gabaldón para tratar sobre el monumento que se iba a hacer a Andrés Hurtado de Mendoza con destino a Cuenca del Ecuador.

Es a partir de este momento cuando en   la documentación consultada no aparece lo sucedido después, desconociendo, por mi parte, las causas por lo que me sugieren algunas interrogantes.

Harto difícil  considero que el compromiso se llevase a cabo porque en la urna sepulcral de mármol rojo existente en la  capilla del  Espíritu Santo, no están los restos  de Hurtado de Mendoza ni de ningún otro, está vacía, aunque en su parte superior hay  una inscripción en letras de color negro sobre mármol blanco con moldura donde se lee : “ Aquí yace Dn. Andrés Hurtado de Mendoza segundo Marques  Cañete Virrey y Gobernador y Capitán General de  la provincia de Pirú y Guarda Mayor de esta ciudad, hijo de  Dn. Diego Hurtado de Mendoza y de la Marquesa Dª. Mencía Manrique su mujer, hija del Conde de Osorno Garcí Fernández Manrique, Presidente de Ordenes. Falleció siendo Aya y Camarera de los serenísimos Infantes de Castilla. Fallecieron en 1560 y 1578”.

En la capilla del Espíritu Santo hay dos criptas de diferentes tamaños donde se encuentran   féretros del siglo XIX   con varios cadáveres mezclados que hacen imposible su identificación, aunque eso sí son de la familia Hurtado de Mendoza. Este interesante dato se debe a la intervención que llevaron a cabo los arqueólogos Michel Muñoz García y Santiago David Domínguez Solera que de forma constante están aportando importantes hallazgos y estudios en Cuenca.

Durante años fueron diversos los intercambios entre la Cuenca de Tomebamba y la Cuenca del Júcar, pero no sería hasta noviembre del año 2.002 cuando la Corporación presidida por el alcalde José M. Martínez Cenzano tomase el acuerdo de hermanamiento de las dos ciudades

Cuenca, marzo 2025