SIEMPRE EN EL RECUERDO

 Antonio Rodriguez Saiz

Cuando el veintiocho de junio recibía la noticia del fallecimiento de mi entrañable amigo, Gervasio Martínez-Villaseñor debo reconocer que me invadió una gran tristeza, aunque conocía la gravedad de su estado de salud que llevó con entereza y resignación. Esa fecha desde entonces quedó grabada en mi corazón de forma indeleble como una de las más tristes que pueda recordar.

Acostumbrado, como estoy habitualmente, a escribir esta vez me produce una sensación difícil de explicar y exponer. Son tantos y variados los momentos vividos juntos que se agolpan en mi memoria y entran en lid por salir de forma acelerada, al redactar estas líneas, cuando es importante y ha sido el tiempo por ambos compartido.

Transcurridos  los  años hago memoria y recuerdo aquel Martes Santo de 1977, era gobernador civil de Pontevedra. Recibí en mi casa de Cuenca su visita para saludarme y solicitar mi ayuda y colaboración ante su deseo de presentarse a las próximas elecciones  al Congreso de Diputados.

Comenzaba así, con mi aceptación, un compromiso político que hasta entonces no había tenido.

    “Yo soy de Horcajo de Santiago, es mi pueblo, allí podéis preguntar” Esta fue la contestación que Gervasio dio al alcalde de un pueblo de la Manchuela conquense al inicio de la campaña cuando la primera estación declinaba y se abría en España una primavera de esperanza, no exenta de preocupaciones, dudas y dificultades.

   Podría haber dado otra respuesta, pero fue ésta, elegida con sinceridad y orgullo, mostrando sus raíces y origen horcajeño que siempre mantuvo como pude comprobar, muy directamente, en múltiples ocasiones. Amor y cariño al  pueblo donde nació y comenzó su formación en el edificio de La Tercia, tan entrañable para todos nosotros, con notable aprovechamiento, algo firme y constante de esfuerzo y sacrificio durante su vida

   Al lado de Gervasio aprendí como me debía aplicar asiduamente en beneficio de nuestra tierra, donde él desarrolló una ingente labor durante varios lustros. Tengo por cierto que sí es reconocida y permanece en la memoria colectiva de nuestros paisanos  de la provincia  de Cuenca. Admiré su inteligencia, capacidad de trabajo, esfuerzo, capacidad de diálogo y aptitudes, tan necesario siempre.

    Nuestra leal amistad y afinidad se fortaleció con el tiempo por ello es lógico que con el fallecimiento de mi siempre y recordado amigo, Gerva me produzca un gran sentimiento de pena y tristeza, aunque como aquel pensamiento ciceroniano pueda decir, también, que la vida de los muertos está en la memoria de los vivos.


Publicado en RELATOS DE NUESTRA HISTORIA

                        Círculo Cultural “El Horcajo”

                        Número 24, dedicado a Gervasio Martínez-Villaseñor

                        Noviembre 2022