EN LA FIESTA DE SAN MATEO

Antonio Rodríguez Saiz

Desde la conquista de Cuenca (Qunka), pequeña población alrededor de setecientos habitantes, pero situada en un estratégico lugar para la defensa, por el joven rey Alfonso VIII transcurrieron cuatro siglos para dar a conocer el “Pregón que se dio en la institución de la fiesta de Sant Matheo a 9 de septiembre de 1.581” declarando oficialmente la fiesta del apóstol y evangelista, anteriormente recaudador de tributos hasta que siguió a Jesús de Nazaret.

En su principio el documento dice así, según transcripción del profesor e investigador, Jimenez Monteserín:

El muy Illustre  Señor, Don Garcia Busto de Villegas, Corregidor de las ciudades de Cuenca, Huete y sus tierras, por su Magestad: Haze saber a todos los vecinos y moradores desta ciudad como el  Illustrísimo  Señor Obispo de Cuenca y los muy Illustres señores Cabildo dela Sancta iglesia y Regimiento an instituido y ordenado de hazer y celebrar la fiesta del glorioso y bien aventurado apóstol y evangelista sant Mateo, en cuyo felice día fue nuestro Señor seruido que , estando esta ciudad poseída de moros, fuese ganada y restituyda por el cristianisímo rey  Don Alonso el nobeno, el año de mil y ciento y setenta y siete

Una pequeña aclaración en el sentido que se consideraba al conquistador de Cuenca como Alfonso IX, antes de suprimirse de la lista de reyes de Castilla a Alfonso de Aragón casado con la reina doña Urraca (matrimonio anulado), hija de Alfonso VI. Una placa conmemorativa con texto gótico moderno en la catedral igualmente lo indica

Justamente un año después de la institución de la fiesta se estableció en conformidad y armonía de la Ciudad, Obispo Rodrigo de Castro, Dean y Cabildo catedralício la forma de celebrar y conmemorar con actos religiosos, cívicos y populares la fiesta de San Mateo.

No es extraño pensar que después de la conquista de Cuenca (no exenta de leyenda) se celebrarían festejos en día tan señalado e importante para la ciudad, aunque no existe documento que lo acredite, según era el proceder en el reino de Castilla, donde existen un buen número de ejemplos sobre ello. 

Entre otros detalles y circunstancias se declaraba y hacía publico (año 1582, legajo 258. Actas) que la víspera de la fiesta, veinte de septiembre, se procedería a la entrega del estandarte que portaron las tropas cristianas cuando la toma de Cuenca “librándola del poderío de los moros infieles dando vitoria al cristianísimo Rey don Alonso el nono de Castilla “

Dicha entrega se realizaría por el tesorero, una de sus funciones era la custodia del tesoro catedralicio o por el semanero, encargado del culto diario durante un periodo de siete días seguidos, de ahí su nombre.

Sería recibido el estandarte en nombre de la ciudad (Ayuntamiento) por  su  guarda o en ausencia por su teniente, cargo que durante años fue ejercido por un miembro de la importante familia conquense de los Hurtado de Mendoza a quien se tomaría juramento, promesa solemne de fidelidad, y que sería devuelto al día siguiente desde el Ayuntamiento donde se depositaría hasta la catedral, con luminarias en su interior y otros detalles ,después de celebrada la misa mayor por ser festividad importante, con acompañamiento de la Ciudad, Justicia y Regimiento ( regidores).

Hay un pequeño párrafo en el texto, a mi juicio muy interesante y explicativo, digno de ser ampliamente conocido y recordado en tiempos presentes sobre la figura del rey Alfonso, conocido por “El Noble”, “El Bueno” o “El de Las Navas”, en relación con los beneficios que proporcionó a Cuenca después de su conquista   y recibir las llaves de la ciudad, según la tradición, en el Campo de San Francisco donde estaba el campamento real. Con posterioridad en su recuerdo se colocó ahí un pequeño monumento gótico (desaparecido) conocido por la Cruz del Humilladero o de los Cañizares. Un monumento en los jardines de la Diputación Provincial inaugurado en 1999 por iniciativa e interés del concejal y diputado, Jesús Mateo recoge ese momento histórico, obra del pintor y escultor conquense, Miguel Zapata.

El párrafo dice así: El qual después de averla con mucho trabajo ganado edificó en ella iglesia cathredal, plantó en ella cathreda, de fee, engrandeció silla episcopal, reduciendo a ella obispados con autoridad apostólica. Enriqueziéndola de dones e previlegios. Dióle fueros con que la ylustró y la hizo ciudad populosa, señora de muchos pueblos y aldeas “.

Como puede observarse el acto del traslado del Pendón desde la catedral al ayuntamiento y en sentido inverso es un ceremonial religioso, publico y solemne que perdura y permanece afortunadamente en lo sustancial e importante, conservando durante siglos la tradición y el recuerdo, exceptuando algunos años por circunstancias ocasionadas por prohibiciones derivadas, epidemias, catástrofes, guerras, etc.

Son fiestas donde el principal aliciente y atractivo, no es unánime esta afirmación, son las “vaquillas enmaromadas” aunque según exponía, Elena Lázaro que fue archivera municipal a la vista de documentos encontrados esta forma de sujetar a las vaquillas no era de antiguo (se cita por primera vez el año 1.866) porque en sus orígenes los documentos del archivo hacen mención a “correr de toros”.

En la fiesta de San Mateo (21 de septiembre) declarada de Interés Turístico Regional el año 2.001 una amplia y variada programación que, desde la sensatez y sentido común, serán motivo unos días en la ciudad del cáliz y la estrella de alegría manifestada con signos externos, de reencuentro entre amigos y conocidos. entusiasmo. exultación, diversión... añada el lector otros que considere.

Sin lugar a dudas para ayudar a conseguirlo, en general, es importante buena armonía y coordinación entre Ayuntamiento y Asociación de Peñas Mateas. Así se evitarán, en parte algunos sucesos indeseados para no ver empañada la tradición e historia de la fiesta también llamada “Vaquilla de San Mateo “

SEPTIEMBRE 2023