VALDECABRAS SE INCORPORA AL MUNICIPIO DE CUENCA (1975)

Antonio Rodríguez Saiz - 2018 -

Fue en la década de los 70 del pasado siglo cuando se producían las incorporaciones de pequeños municipios de la provincia a la ciudad de Cuenca; hoy convertidos en barrios de la capital como ya se indicó al tratar de la incorporación de La Melgosa y Mohorte, primeros municipios en hacerlo (1971); seguirían Tondos (1973); Valdecabras (1975); Cólliga y Villanueva de los Escuderos (1977). Todos ellos con el denominador común de la falta de recursos municipales y las expectativas de mejoras que se ofrecían. Otra cosa es si, estas consideraciones, siguen vigentes en los tiempos actuales.

Aunque el procedimientos es similar en las diferentes anexiones, se trata aquí de la incorporación del muncipio de Valdecabras de 123,32 km2 de extensión a 1157 metros de altura, situado a 18 km de Cuenca, limítrofe al sur con la capital y Buenache de la Sierra; al norte con Villalba de la Sierra; al este, Sierra de Cuenca y Uña y al oeste con la pequeña aldea de Verdelpino de Cuenca.

Situado en un espectacular valle entre dos cerros, ocupa Valdecabras un lugar destacado por su belleza entre los atractivos lugares de la Serranía conquense donde la piedra y la vegetación forman una excelente simbiosis, relación estrecha, que desemboca en un deslumbrante espectáculo de admiración, encontrándose en su término la célebre Ciudad Encantada, Sitio Natural de Interés Nacional (11-7-1929) desde la dictadura primoriverista. Moldeada las rocas con figuras fantásticas que  sorprenden al visitante. Es digno de destacar, en aquel tiempo por sus campañas escritas y de divulgación de sus bellezas a Odón de Buen, Luis Martínez Kleiser, Juan Giménez de Aguilar, Basiliso Martínez Pérez y Antonio Benítez Poveda a quien el año siguiente de la declaración nombraría el ayuntamiento de Valdecabras, hijos predilectos del pueblo.

En el centro de su núcleo de población, la sencilla iglesia de Valdecabras conserva un notable retablo renacentista-realizado entre 1534 y 1535- dedicado a la Asunción de la Virgen, digno de ser contemplado y admirado; realizado por tres pintores conquenses: Gonzalo de Castro, Pedro de Castro, su hijo y el más célebre Martin Gómez, yerno del primero por encargo de Inés de Barrientos, señora de Valdecabras y esposa de Luis Carrillo, alcalde de los Hijosdalgo de Castilla; felizmente restaurado, hace años, por el taller dirigido por May Pérez.

Dicho lo anterior, que considero obligado recordar cuando se escribe de Valdecabras procede, empero, detallar aquello que es motivo de este articulo: la incorporación del municipio de Valdecabras al de la ciudad de Cuenca, que fue solicitado en su momento por aquel ayuntamiento, siendo la causa o razón de ello (según decreto) estar cerca de la capital y la falta o insuficiencia de recursos para satisfacer a sus habitantes de lo necesario. Incorporación que fue aceptada por la Corporación Municipal conquense.

Tuvo, para ello, que abrirse un expediente que, según las normas en vigor entonces, fue expuesto a información pública por si hubiese alguna observación o reparo para enmendar con respecto a la incorporación solicitada de común acuerdo, seguido por distintos dictámenes o juicios técnicos, de la Dirección General de Administración Local, dependiente del Ministerio de la Gobernación dirigido por José García Hernández (ministro y vicepresidente) y el necesario del Consejo de Estado, órgano consultivo cuya función es emitir dictámenes sobre proyectos a petición de las administraciones publicas.

Fue aprobada la incorporación en sesión del Consejo de Ministros celebrada el 23 de agosto de 1975 y decreto al día siguiente nº 2322/1975 con su posterior publicación el B.O.E nº 238, 4 de octubre del mismo año.

Una vez que el decreto vio la luz en el B.O.E y cumplidos ya todos los tramites se pasó a hacer realidad la incorporación del municipio del Valdecabras al de Cuenca, que tuvo lugar en el acto celebrado en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial de la capital, el día 10 de noviembre de 1975, en convocatoria extraordinaria y que según el acta de esa fecha se desarrolló de la forma siguiente:

Presidia la sesión el alcalde de Cuenca, Juan Alonso Villalobos Merino, figuraba como invitado el gobernador civil, Moisés Arrimadas Esteban, asistida la Corporación de la ciudad por su secretario general el vallisoletano, José Luis Paz Maroto.

Una sesión extraordinaria con un número de faltas de asistencia, por parte de los ediles municipales, a mi juicio llamativas: en ella solo asistió un teniente de alcalde, de los cuatro que formaban la corporación; también excusaron su asistencia, con arreglo al reglamento tres concejales. En total seis miembros de los que formaban parte del Ayuntamiento Pleno no asistieron a este acto y ello a pesar de ser una sesión breve, una hora de duración y solamente un punto del orden del día: “Incorporación de Municipio de Valdecabras al de Cuenca”.

Por parte de la Corporación Municipal del pueblo de Valdecabras estaban presentes su alcalde, Fausto Rodríguez Lucas y los concejales Ulpiano Poyatos Álvarez  y Bienvenido del Moral Montoya, asesorados por el secretario de Valdecabras, Urbano Collado Collado.

Dio inicio el Pleno con la lectura por parte del secretario, Paz Maroto del decreto nº 2322/1975 de 23 de agosto-que aquí se reproduce- y del oficio que con anterioridad se había recibido desde el gobierno civil donde se transcribía otro del Ministerio de Gobernación (23/10) con instrucciones precisas y concretas sobre las normas que se debían tener en consideración para la incorporación de Valdecabras al municipio de la capital de la provincia, que entonces tenía censados 36.806 habitantes.

Por unanimidad de los representantes presentes de los municipios de Cuenca y Valdecabras se acuerda:

Se declara formalizada la incorporación voluntaria del municipio de Valdecabras al de Cuenca, con fusión de su término municipal, y disolución y cese en sus funciones por disposición de la Ley, de la Corporación Municipal de Valdecabras y del titular de la alcaldía del municipio incorporado. El ayuntamiento de Cuenca sucede íntegramente al de Valdecabras en todos su bienes, cualesquiera que sean su clase y situación y asume asimismo todos los derechos, deudas y obligaciones del mismo, así como las facultades y titularidad que ostentaba de éste, tanto de Derecho público como de privado, de suerte que ocupará adelante la posición jurídica del Municipio incorporado ejerciendo sobre el territorio que ha constituido su término municipal las facultades y derechos que le son propios.

A continuación y según lo preceptuado se designa alcalde del barrio de Valdecabras al mismo, que hasta la fecha, había sido de su municipio, Fausto Rodríguez Lucas, quien tomando la palabra solicita y pretende que sea exonerado de este cargo recién nombrado por haber ocupado la alcaldía durante bastantes años, no sin antes agradecer al gobernador civil presente en el acto el apoyo que este le había dado para que la incorporación fuese una realidad y confiando en que este fuese continuado por las primeras autoridades, Corporación de Cuenca y  “el valimiento de la Patrona de la Diócesis, todo redundará para beneficio de Valdecabras”.

Dentro de las palabras propias del momento y de este tipo de actos, cabe resaltar las pronunciadas por el alcalde de Cuenca, Alonso Villalobos:

“Se respetarán en todo momento las peculiaridades del municipio de Valdecabras y se potenciaran sus posibilidades; haciendo alusión finalmente al hecho  que la incorporación lleva consigo que la Ciudad Encantada, tan entrañablemente unida a Cuenca, pase a depender de su jurisdicción”. Cierto, así se refleja en acta.

Con la intervención final del gobernador civil, en su calidad entonces de máxima autoridad de la provincia de Cuenca, expresándose en términos parecidos al alcalde, se dio por finalizado el acto. En cuanto a la renuncia presentada por el nuevo alcalde de barrio se sugirió que se pulsase y tantease a la población de Valdecabras donde había sido durante años su regidor (no había elecciones democráticas para alcaldes), para el nombramiento de su sucesor.

La sesión extraordinaria que se había iniciado a las 12 horas se levantaba y concluía una hora después. Desde entonces y hasta la fecha sigue vigente esta incorporación, han pasado más de cuarenta años.