CUENCA, CIUDAD VERANIEGA

Antonio Rodríguez Saiz

 

Este título corresponde al tema e ideal de un concurso para premiar los mejores artículos publicados en el mes de mayo del año 1953 para dar así a conocer mejor la ciudad de Cuenca, unido a un impulso prometedor a las potencialidades turísticas que ofrece la capital.

El presidente de la Diputación conquense, Manuel Lledó Briz, quien más tiempo (1941-1956) ha estado al frente de la Corporación Provincial, desde su creación, informó al pleno celebrado el 24 de marzo de 1953 de haber recibido a un redactor del Anuario Hispano Americano que editaba en Madrid el Instituto de Cultura Hispánica creado en 1945 con la finalidad de fomentar las relaciones entre España y las naciones hispanoamericanas. Era su director el diplomático y político del régimen, Alfredo Sánchez Bella que después sería ministro.

El motivo de la visita en el palacio provincial era conseguir el periodista información sobre Cuenca, por medio de la Corporación, especialmente de su Semana Santa, para su publicación en el citado anuario.

Estaba muy próxima la celebración de la Semana de Pasión, cuando la entrevista se produjo. Comenzaría aquel año el Domingo de Ramos (29 de marzo) a las cinco de la tarde con la “Procesión de las Palmas” y pregón por Radio Nacional de España a cargo del escritor nacido en Huete, Demetrio Castro Villacañas (sustituía a Federico Muelas). Fue éste el último pregón que se hizo fuera de la capital; el óptense repetiría con otro pregón, diez años después.

Se tuvo en consideración la escasez de tiempo que mediaba entre la decisión a tomar y la Semana Santa, para una propaganda y difusión eficaz en prensa y conseguir con éxito mayor conocimiento de los desfiles procesionales, con el añadido que ya lo había hecho el Ayuntamiento y la Junta de Cofradías.

Se acordó por unanimidad no acceder a lo solicitado, estimando más apropiado y oportuno convocar un concurso con el tema, “Cuenca, ciudad veraniega” para artículos que apareciesen en periódicos y revistas de ámbito nacional durante el mes de mayo próximo.  Estaría dotado con un premio de 2.500 pesetas y dos accésits de 1.000 y 500 pesetas, con cargo a lo consignado en el vigente presupuesto ordinario donde figuraba una cantidad de 6.000 pesetas a emplear en artículos que tratasen sobre temas de turismo en Cuenca.

Redactadas las bases y demás por el secretario, Cayo Conversa fueron enviadas a la dirección general de Prensa (Ministerio de Información y Turismo) que por su capacidad de difusión podría darle una buena publicidad.

No tuvo la resonancia, anhelada este concurso, presentándose para optar al premio solamente cuatro artículos, tres de ellos firmados por autores conquenses, que fueron:

JOSE LUIS COLL GARCIA, después famoso humorista, nacido en Cuenca en la calle Doctor Chirino num. 6 y domiciliado en la calle Alfonso VIII num.77, donde una placa recuerda que allí vivió. Era la casa de sus abuelos, Rosalino García y Trinidad Usón donde pasó su infancia y juventud hasta que ayudado por el reconocido periodista, Cesar González Ruano (fue secretario suyo) marchó a Madrid en busca de mejores expectativas.

El artículo presentado por Coll al concurso fue publicado en el bisemanario Ofensiva de Cuenca, donde escribía desde los 17 años titulado, “Mensaje al veraneante de Cuenca”.

Después presentó, José Luis Coll otro artículo que había sido publicado en el diario catalán Solidaridad Nacional con el título, “Cuenca capricho de la Naturaleza”.

MANUEL REAL ALARCÓN, ceramista y escritor conquense nacido en Carreteria, junto al Café Colón y afincado muy joven con su familia en Valencia donde instalaría un prestigioso taller de cerámica en el barrio del Carmen de la ciudad levantina.

Presentó el artículo, “Cuenca, ciudad veraniega”, aparecido en Ofensiva el 18 de mayo e indicando en la instancia que había escrito otros artículos sobre Cuenca: “El alma reencontrada “(La Lucha de Teruel, 1952) y "La fama del verano en Cuenca” (revista sevillana, 1952) y reproducido en Ofensiva.

Aquel año recibió, Real Alarcón una importante noticia: sus cerámicas serían expuestas en las oficinas de la dirección general de Turismo de la capital de España, Barcelona,París , Londres, Nueva York, San Francisco y Buenos Aires.

ANDRES GALLARDO BERNAL, maestro y periodista conquense (aunque nacido en Murcia) simultaneó la enseñanza con su vocación periodística, principalmente en la prensa local, un buen número de artículos con el seudónimo de Don Fernandico, divulgando noticias, acontecimientos y deseos principalmente de los pueblos de la provincia de Cuenca, que conocía muy bien.

Presentó al concurso el artículo, “La ecuación en piedra”, divulgado en Ofensiva, periódico que en algún momento llegó a dirigir provisionalmente.

Escribió, Andrés Gallardo varios libros, uno de ellos anterior al concurso periodístico, “Así fue: [ Como vivieron Jesús, María y José]. Carta religiosa”.

FRANCISCO ANAYA RUIZ, escritor y militar retirado, diplomado de Estado Mayor residente en Madrid. Se presentaba al concurso exponiendo en la instancia ser “conocedor hace treinta años de Cuenca, divulgador en la prensa de sus excelencias y bellezas”.

En la revista semanal Fotos (de Madrid) publicó el 16 de mayo el artículo que optaba al premio, “Cuenca, ciudad de verano “.

El resultado tuvo que producir decepción y desilusión en el seno de la Corporación Provincial por no responder a la expectación que se esperaba y “se procedió por la Comisión de Educación, Deportes y Turismo a examinar los artículos periodísticos por los dichos Sres. Firmados decidiendo tras breve deliberación proponer a la Excma. Diputación declarar desiertos el 1º Y 2º premios y adjudicar el 3º de 500 pts. a D. Francisco Anaya Ruiz.  Y que a los otros concursantes se les diera con cargo a los premios desiertos accésits de 200 pts. a cada uno”. Propuesta que fue aprobada en pleno por unanimidad.

La decisión tomada fue comunicada al premiado, Anaya Ruiz con fecha 27 de junio; contestaría una semana después aceptando el premio y solicitando información sobre la forma de recibir el dinero.

Escasa paciencia tuvo porque el día 10 de junio se dirigía por carta a, Cayo Conversa reclamando las 500 pts por necesitarlas a causa de la enfermedad de un hijo hospitalizado.

José Luis Coll, Manuel Real y Andrés Gallardo continuarían durante toda su vida escribiendo y divulgando las bellezas naturales y artísticas de Cuenca unido a otros episodios y costumbres de la tierra.

Gallardo (1960) Y Real (1973) fueron pregoneros de la Semana Santa de Cuenca.

Un periodista entonces, a propósito del concurso, escribía que si la propaganda hubiera cumplido el fin deseado y hubiese convencido a dos o tres mil personas para visitar la ciudad en la estación veraniega habría habido dificultades por la precaria capacidad hotelera de la capital y el estado de las carreteras de acceso manifiestamente mejorables y concluía, “¿queremos que para el forastero Cuenca sea como las flores, cosas de un día? “.

Otro periodista por la misma época, con el seudónimo de Mangana, pedía que se incluyera a Cuenca en el Plan de Paradores de Turismo. Sería 40 años después  cuando se inauguraría (1-4-1993) el Parador Nacional de Cuenca  en el antiguo convento de S. Pablo, un lugar de espectacular belleza.

Sorprendente resultaba Cuenca para sus visitantes, en esto no ha cambiado. Recordaré que en 1953 se rodaba aquí la película, El milagro del sacristán” y su protagonista el actor cubano, hijo de padres emigrantes, José María Lado Rodríguez se extrañaba que el mundo del cine no se hubiese fijado más en la ciudad y hubiese aprovechado el paisaje y calles típicas. De parecida opinión era el director y guionista madrileño, José Mª Elorrieta de Lacy quien afirmaba que “estoy verdaderamente sorprendido de las particularidades que encierra en todos los aspectos”.

Dos opiniones, sobre Cuenca, de las múltiples que podemos destacar, que con frecuencia se repiten, mientras hace tiempo que desea una progreso necesario y cuidado especial.

 

Noviembre 2022