EL PRIMER GRUPO ESCOLAR DE CUENCA

Antonio Rodríguez Saiz

 

Cuando se leen las actas municipales que reflejan los debates y acuerdos de las sesiones correspondientes al primer tercio del siglo XX se observa, entre otras cuestiones, la ausencia de edificios dedicados a la educación primaria de titularidad pública y me permito decir incluso algo perceptible, de insuficiente sensibilidad se reconoce para que la ciudad tuviese adecuados y apropiados medios pedagógicos para educar e instruir a la infancia aunque, quizás, pueda servir de lenitivo y suavizar esta afirmación reconocer la carencia y escasez de medios económicos, algo endémico parece ser, que padecía el Ayuntamiento de Cuenca en la época aquella.

El primer periodo de la enseñanza pública se impartía en locales o viviendas de alquiler habilitadas para escuelas, con cargo al presupuesto municipal. Espacios inapropiados para un fin tan importante y estimable como es el desarrollo y perfección de las facultades intelectuales y morales al inicio del proceso educativo de la persona.

Sí existían centros de enseñanza gracias a la iniciativa no pública: Escuelas de Palafox, Escuelas de Aguirre, Josefinas (Siervas de S.José) y de S. Vicente Paul (en el Hospital de Santiago).

Aunque hubo algunos moderados intentos para paliar el problema de la enseñanza primaria en la capital hay que esperar al día 3 de noviembre del año 1924 cuando se celebra el Pleno Municipal presidido por el alcalde Cayo F. Conversa Martínez (que lo era desde el mes de agosto) con asistencia de sus 17 concejales que formaban parte de la Corporación para dar solución al problema acuciante sobre a falta de instalaciones escolares.    

A esta sesión asistió el arquitecto Francisco Solana del Ministerio de Instrucción Pública, desplazado desde Madrid con esa finalidad. Se tomaron dos acuerdos: nombramiento de una comisión de concejales para que junto con el arquitecto localizasen solares para la construcción de dos grupos escolares cuyas obras comenzarían al mes siguiente (algo ilusorio y calderoniano en el soñar) y la solicitud de un préstamo de 500.000 pts al Instituto Nacional de Previsión para amortizar a 20 años.

Uno de los terrenos (1512 m2) que ofreció el Ayuntamiento al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, su titular era Alfonso Pérez Gómez-Nieva, para la construcción de un Grupo Escolar era el situado entre las calles Hermanos Valdés, Fray Luis de León, Juan Correcher y Conde de Romanones (actual Gregorio Catalán Valero), que fue rechazado por considerarse insuficiente por sus dimensiones, ocasionando una dificultad añadida para el deseo de los regidores municipales.

Se decidió en un principio, ante esta negativa por construir una escuela maternal y definitivamente una escuela graduada de párvulos destinando para ello 202.950 pts del préstamo concedido.

Sería el arquitecto Solana, anteriormente mencionado, el designado para realizar el proyecto del edificio de dos plantas. El anuncio de subasta del mismo fue el 18 de mayo de 1925 participando en la puja siete empresarios de la construcción, adjudicándose al turolense Orosio Gil Amor por un importe de 179.499 pts la ejecución del Grupo Escolar de Párvulos que por acuerdo municipal llevaría el nombre del “Primo de Rivera” en honor del Jefe de Gobierno del Directorio Militar, nombrado Hijo Adoptivo de Cuenca en octubre de 1926.

Después sería cambiado el nombre durante la República por “Pablo Iglesias” fundador del Partido Socialista Obrero Español y de la U.G.T y también por “Hermanos Valdés”, personajes importantes nacidos en Cuenca a finales del siglo XV.

Según datos que ofrecían las crónicas periodísticas, fotografías y testimonios personales era un Grupo Escolar bien estructurado y ordenado en aquella época.

Tenía dos accesos, el principal desde la calle Hermanos Valdés con un pequeño jardín delante de la amplia escalera que conducía a una galería espaciosa y otro por la calle Fray Luis de León (antes del Agua). Disponía de pequeña entrada en la calle Juan Correcher que daba acceso a la casa del conserje, siendo el primero que prestó allí servicios en ese menester, Celestino Ramos, con anterioridad y durante bastante tiempo había sido asistente del controvertido y discutido general Severiano Martínez Anido, en ese tiempo Ministro de la Gobernación.

Las tres aulas estaban orientadas al oeste con espaciosas ventanas: una a la derecha de la galería o terraza y las otras dos en la parte izquierda con suelo revestido por madera de pino procedente de la serranía conquense.

Su mobiliario escolar estaba en consonancia apropiado para la enseñanza infantil, con armarios individuales “sin que de las paredes pendan cuadros, mapas, etc, inútiles de momento, guardadores de malsanos microbios y que tienen fácil acomodo en el cuarto en que se guarda el material, de donde son tomados cuando la explicación lo requiere”

Completaban las instalaciones dos espacios de recreo (uno con techado protector), salones para claustros de profesores, biblioteca, servicios sanitarios con duchas incluidas, roperos, cocina y comedor para 30 alumnos necesitados y 28 alternando semanalmente.

La recepción definitiva de la obra fue en marzo de 1927 y en septiembre, un año antes de su inauguración oficial, se utilizó para la celebración de una Exposición de Arte que “es notable y honra a sus organizadores que deben mostrarse orgullosos de su obra educativa” según se leía en la revista “La Ilustración Castellana” donde se exhibieron obras de artistas conquenses.

El acto solemne de la inauguración del Grupo Escolar “Primo de Rivera” con capacidad para 135 alumnos fue el domingo 23 de septiembre del año 1928 presidido por Ignacio Suarez Somonte, Director General de Primera Enseñanza que había llegado a Cuenca, junto con su esposa, el viernes hospedándose en el Hotel Moya (después Iberia) nombre así conocido porque su promotor fue Emilio Moya, director del efímero Banco de Cuenca.

Fue ahí donde recibió el representante ministerial, saludo y felicitaciones por parte de autoridades locales y provinciales, claustros y público.

Ese mismo día, a medianoche llegaban por tren el arquitecto Solana y Mariano Pozo García, Jefe Superior de Administración del ministerio, que seguramente había ayudado eficazmente a las autoridades conquenses en todo el proceso; igualmente y de forma decisiva lo había hecho con la creación de la Escuela Graduada de Huete (inaugurada el 16-4-1926). Sería homenajeado en la Noble y Leal Ciudad de Huete, donde vivió su infancia y dio su nombre a una calle (antes Tiradores) que aún perdura.

El día 23, según se indica anteriormente, a las once de la mañana el Director General, y catedrático de matemáticas profesionalmente, Suarez Somonte en presencia del Alcalde Cayo F. Conversa, autoridades y numeroso público declaró inaugurada la Escuela Graduada “Primo de Rivera”, bendecida según costumbre por el Obispo de la Diócesis, Cruz Laplana y Laguna.

El fotógrafo Campos captó con su cámara, en la fachada principal un numeroso grupo de asistentes al acto.

A continuación, las autoridades se trasladaron al muy próximo solar conocido por “El Semillero” para proceder a la colocación de la primera piedra del Grupo Escolar (6 grados) “Ramón y Cajal” que por diversas vicisitudes adversas no comenzaría a funcionar hasta 1934.

Al mediodía en el Hotel Moya se ofreció un banquete de reconocimiento a Suarez Somonte con asistencia de más de un centenar de comensales. Destacando a los postres los discursos, además del Alcalde y Obispo, del Director de Primera Enseñanza, José Gascón y Marín (sería ministro). Elías Tormo y Monzo, jurista, arqueólogo e historiador (también sería después ministro), Luis Martínez Kleiser, escritor, Hijo Adoptivo de la ciudad por reconocimiento a los numerosos artículos e interesantes para un mejor conocimiento de nuestra tierra, “conquense por corazón, ya no por naturaleza”; Ezequiel Solana Ramírez, pedagogo, copropietario y fundador del periódico “El Magisterio Español” que dirigió.

Se completaría esta intensa jornada vivida en la capital con la presencia de autoridades y público en el solar de la Plaza del Trabuco, enfrente del edificio de la cárcel (actual Archivo Histórico Provincial) para colocar la primera piedra de un nuevo Grupo Escolar a expensas del Ayuntamiento que no se llegaría a realizar y me aventuro a decir que pronto se olvidó.

Por último, los asistentes a este último acto descendieron desde allí, por un paisaje espectacular, hasta el Puente de los Descalzos (o de Carballido) para despedir al Director General, Suarez Somonte y esposa que iniciaron su viaje hasta su residencia madrileña, dando por concluida una intensa jornada vivida en la pequeña ciudad, de 13.610 habitantes, no habituada a este tipo de actos que dejo a consideración del lector. Añadir que un grupo de visitantes el día siguiente realizaría una excursión al Salto de Villalba y a la cercana localidad de Uña.

La labor pedagógica se inició con tres maestras de nombres, Matilde Moya (directora), Justa y Gabriela, continuada por otras educadoras que pusieron su esfuerzo y dedicación en beneficio de los infantiles alumnos.

Por el contrario, la edificación del Grupo ocasionó múltiples problemas, un auténtico desastre por parte del contratista Orosio Gil con desperfectos de obra incluso antes de su inauguración, desprendiéndose parte de la techumbre. Pocos años después, hubo que reparar el techo del patio cubierto, también el comedor se vio afectado, teniendo que suspender temporalmente las clases.

Triste final tuvo el Grupo Escolar “Primo de Rivera”, designado así al principio. En 1943 el Ayuntamiento elaboró un expediente dirigido al Ministerio de la Gobernación bajo la dirección de Blas Pérez González para que el Estado cediese el Grupo Escolar y solar con el fin de ser destinado a la construcción del Gobierno Civil de la provincial que hasta la fecha estaba situado en la calle Fermín Caballero.

Tuvo conocimiento la Comisión Gestora presidida por el Alcalde, Jesús Merchante Sánchez (en su primer mandato) de haber sido aceptada la cesión gratuita solicitada por medio de un oficio (16-12-1943) del Gobernador Civil, José del Valle Vázquez que trasladaba la resolución del Ministerio de la Gobernación.

Un decreto de la Alcaldía-Presidencia (20-4-1945) era aprobado por la Comisión Gestora. En él se disponía por necesidad urgente “el comienzo de las obras de demolición del Grupo Escolar “Primo de Rivera” para construcción en el solar resultante del nuevo edificio con destino a Gobierno Civil, cuyas obras han de dar comienzo inmediato por haber sido ya adjudicadas en la pertinente subasta, y estimándose conveniente que el derribo del expresado edificio se efectúe por este Ayuntamiento”.

La escasez de locales dedicados a escuelas en la capital se agravó con la demolición del Grupo Escolar. Así fue expuesto y comunicado por escrito al Ayuntamiento por parte de la Inspección de Primera Enseñanza y la Comisión Provincial de Educación Nacional.

Verdaderamente era cierta aquella necesidad que indicaban ambos comunicados. Nada mejor para confirmarlo que reflejar los datos del Anuario Estadístico más reciente (1942) donde se lee lo siguiente: “Población escolar: 3500, alumnos/as matriculados 2000, asisten regularmente,1200; maestros/as de Enseñanza Primaria, 43”.

El nuevo edificio del Gobierno Civil, sede ahora de la Subdelegación de Gobierno (C/Juan Correcher nº 2) continúa prestando sus servicios desde que fuese inaugurado por Gabriel Juliá Andreu al poco tiempo de su toma de posesión. Fue Gobernador Civil de Cuenca desde 1948 a 1956.

 

Febrero 2022