Hace ya algunos años que bajo el título de “Cuenca paraje pintoresco” hacía una pequeña descripción en relación de cuándo se había declarado“ paraje pintoresco el casco antiguo de la ciudad de Cuenca y todo el paraje que lo rodea “, sin duda- escribía – por su imagen agradable, especial referente y atractiva , de singularidad manifiesta.

La petición - comentada - surgió a consecuencia de una petición realizada por el Ayuntamiento para que fuese Cuenca declarada “Ciudad Turística” con el fin de promocionar el turismo conquense y su interés por sus consecuencias beneficiosas.

Esta petición fue enviada a la Dirección General de Turismo, reformada en 1,958, por el desarrollo que se iba empezando a vislumbrar en el territorio nacional.

Fue un error, por parte del Ayuntamiento capitalino, enviar la solicitud a ese departamento ministerial porque no era el competente para tramitar y declarar afirmativamente la petición. Sí fue de provecho e interés porque se sugirió que dónde se debía dirigir por escrito el alcalde Moreno Cañadas era al Ministerio de Educación Nacional.

Así lo hizo, después de haber cumplido el Ayuntamiento con los procedimientos necesarios y aportar, entre otros, informes de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y Comisión General del Servicio de Defensa del Patrimonio Nacional-

Tiempo después, el Consejo de Ministros a propuesta del ministro de Educación Nacional aprobaba el decreto 1.071 / 1.963 de 25 de abril (B.O.E. núm. 129 de 20-5-1064 y se declaraba paraje pintoresco el casco antiguo de la ciudad de Cuenca Y el paisaje que lo rodea “siendo necesario proteger tanto el casco antiguo de la Ciudad de Cuenca como sus alrededores, evitando construcciones inadecuadas o reformas que aminoren su belleza “.

En el 2º artículo de los tres que figuraban en el decreto se disponía que “los inmuebles enclavados en el citado paraje quedan obligados a la más estricta observancia de las Leyes del Tesoro Artístico Municipal y ensanche de poblaciones”.

En consecuencia, derivado de este decreto, surgieron ciertas dudas sobre cuál debía ser el proceder por parte del Ayuntamiento de Cuenca y el Ministerio de Educación Y Ciencia, (que comenzó a llamarse así desde el año .1.966), para proceder a la expropiación de la fábrica de cemento y canteras, por estar situadas dentro del recinto señalado en el decreto.  En definitiva, ¿Quién tenía la facultad expropiatoria, para evitar posible.es errores en la interpretación de la Ley?

 Mientras, eran insistentes los requerimientos de la Dirección General de Bellas Artes, era su titular Florentino Pérez Embid, para ejecutar lo decretado y en consecuencia el Ayuntamiento, en sesión extraordinaria, 6-11-1.968) acordó iniciar la expropiación de los terrenos de la fábrica “Cementos El Huécar S.L “situada en la Carretera de Palomera, número 2 y las canteras próximas., aunque sin valor histórico-artístico.

Un decreto de 16 de octubre de año 1.969 declaraba de utilidad pública y de urgente expropiación forzosa por estar situada en la zona declarada paraje pintoresco.

El espacio de referencia es uno de los más transitados de la ciudad por turistas y vecinos. La presencia de la fábrica en este sitio dio lugar a dar el nombre al puente y fuente del Portland, aunque eso sí, con nombres no oficiales utilizados por los conquenses y que se han impuesto incluso el nombre de la fuente está en el callejero conquense.

El poeta conquense Lucas Aledón en su fértil imaginación debió creer o, al menos, pensar que “Doña Gregoria de la Cuba y Clemente, prócer con cara de isabelina se sentó al frescor de la Fuente una calenturienta tarde de verano e imaginó cómo ayudar a los estudiantes pobres de la ciudad “.

La sociedad “Cementos El Huécar S.L era propietaria de los terrenos a expropiar por la  Dirección General de Bellas Artes,  enclavados en la zona declarada paraje pintoresco. Se había constituido el día 6 de septiembre del año 1.950 con domicilio social en Carretera de Palomera núm. 2 donde estaban sus oficinas centrales con un capital de 685.000 pesetas aportado por tres socios; dos de ellos Federico Pinza Visier y Gabriel Cebrián Ibáñez aportaron en inmuebles 150.000 pesetas cada uno y Felipa Castro García, viuda de Gárate, lo hizo con 385.000 pesetas en metálico.

Por Resolución de 10 de marzo de 1.970 el Gobierno Civil de Cuenca, era su titular, Manuel Garayo Sánchez declaraba la necesidad de la expropiación de los terrenos y una vez cumplidos los trámites que contemplaba la Ley, entonces vigente, de expropiación forzosa, su reglamento y junto a ello el informe de la Abogacía del Estado.

En la misma Resolución se especificaba las características de las fincas a expropiar y los límites de ellas que ocupaban una extensión total de 25.740’38 m/2., que limitaban con las “Peñas del Socorro”, puente de San Martín, río Huécar, Carretera de Palomera, ” El Peñasco “, molino “El Martinete”, Cueva de Orozco ( o del” Tío Serafín”),cerca en “Los Tiradores y herederos de Millán Catalina.

En dichos terrenos estaba situada la fábrica dedicada a la producción de cementos y cerca de ella una cantera a cielo abierto para la venta de material con destino a la construcción, donde actualmente se encuentra el Teatro-Auditorio “José Luis Perales” y otra cantera subterránea que abastecía de materia prima a la fábrica.

Aunque la propiedad tenía derecho para recurrir en alzada contra la resolución ante el Ministerio de Educación y Ciencia para su indemnización consideró  más conveniente mantener contactos con el Ayuntamiento y la sección de Patrimonio Artístico dependiente de la Dirección General de Bellas Artes quien en principio pretendió recibir la cantidad de 6.000.000 de pesetas de indemnización por el valor de los edificios y terrenos de la fábrica y cantera, después quedaría rebajada la pretensión a dos millones menos, convenido como justo precio para indemnizar a los propietarios.

El ministerio de Educación y Ciencia abonaría 2.800.000 pts. (70 %) y el Ayuntamiento de Cuenca, 1.200.000 pts.  (30 %, realizándose la inscripción, después del pago en el Patrimonio del Estado.

Debido a la necesidad que tenía el Ayuntamiento de terrenos para urbanizar, creación de zonas verdes y vías públicas, en parte del lugar, solicitó del Estado la cesión con carácter gratuito al Ayuntamiento de Cuenca de lps inmuebles expropiados y así formar parte del Inventario de Bienes Municipales.

La petición fue enviada al ministro de Hacienda, Alberto Monreal Luque a través de la Delegación  de Cuenca, después de haber sido aprobada la propuesta por la Corporación Municipal que presidía el alcalde Andrés Moya preocupado en la llamada “ Operación Huécar “ que contemplaba ,entre otras, “ la desaparición de las casas  situadas junto a la Puerta de Valencia para dar ensanche al comienzo de la Carretera de Palomera ,aumentando su anchura en 3’5 m-.También del puente de 7 m. de luz y 8. De ancho que serviría de acceso notablemente mejorado  a la futura plaza de se pensaba hacer donde estaba la cantera del Portland a cielo abierto.

 

             Fuentes consultadas:

Archivo Municipal de Cuenca: legajo 115. Expediente 8 

Boletín Oficial del Estado 28-10-1.069; 19-3- 1.970.

Boletín de Información MUNICIPAL 1.972