LA CASA DIOCESANA DE CARIDAD EN CUENCA

Antonio Rodríguez Saiz

 

Cuando se llega a Cuenca por autovía (A-40) se ve un edificio superior en altura con respecto a los existentes en su calle de nombre Avenida República Argentina, designada así en los años cuarenta del siglo pasado cuando las relaciones entre España y la República Argentina eran muy cordiales y de importancia política y económica.

Era una vía urbana donde en aquel tiempo no existían viviendas ni edificios públicos. Allí se instalaba la feria del ganado.

Transcurridos unos años, al final de la calle (número 27) se construyó el edificio de la Casa Diocesana de Caridad (Cáritas).

Cáritas, como se sabe, es el nombre de la organización de la Iglesia católica, su dedicación especial es la acogida y ayuda a las personas vulnerables y excluidas, creada el año 1.947 por la Conferencia Episcopal Española. Desde entonces realiza una gran labor y muy eficaz para los más necesitados.

En 1.954 comenzó a funcionar en Cuenca, tuvo la sede en el Edificio Palafox, actual Centro de Estudios Musicales. Allí se repartían grandes cantidades de leche en polvo, queso americano, mantequilla, ropas, etc.

Incluía también una sala de cine muy concurrida, con dos sesiones en días festivos, infantil (4’30 tarde) y mayores (7’30) y un bar a la entrada. Su nombre era Cine Club Palafox.

El primer delegado de Cáritas fue Simón Calvo Pina, personaje importante en la segunda mitad del siglo XX en Cuenca, con acreditada aptitud para captar recursos. Me parece oportuno indicar brevemente algunos datos biográficos.

Nació en Hijar (Teruel) el año 1.914, ordenado sacerdote en 1.941 y el 15 de junio de 1.950 siendo canónigo fue nombrado “Hijo distinguido de Cuenca “.

Canónigo arcipreste de la catedral conquense, con importantes cometidos y en un periodo de tiempo fue canónigo archivero

El año 1.960 fue nombrado director de la Residencia Provincial “Sagrado Corazón de Jesús“ dependiente de la Diputación de Cuenca, hasta su jubilación en 1.982, falleciendo cuatro años después (4-11- 1986)  en Hijar pueblo donde nació.

Fue D. Simón el auténtico impulsor para que el edificio de la Casa Diocesana de Caridad fuese una realidad. Su lema muy repetido por él era “Nuestros señores los pobres”, seguramente recordado.

El día 17 de julio de 1.957 en Pleno del Ayuntamiento, punto 19º “Despacho extraordinario “ se leyó un escrito del obispo de la Diócesis, Inocencio Rodríguez  Díez (1943-1973) donde se solicitaba la donación de un solar con una superficie de 1.000 metros cuadrados en la prolongación de la Avenida República Argentina con el fin de construir la Casa Diocesana de Caridad que constará de almacenes, talleres, roperos, hospedería para pobres, capilla, oficinas, etc.

Solicitud que los miembros de la Corporación Municipal, por unanimidad, acordaron la cesión gratuita en consideración a la finalidad social que cumpliría el edificio; para ello se tenían que seguir los trámites según el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales del año 1.955, que fueron hechos por la secretaria municipal. A la vista del expediente exigido por el Reglamento para la cesión  gratuita del solar, cuyo valor no excedía  el 10% del presupuesto ordinario del año 1.957 que era de 26.917..032 ‘ 47 pesetas y por unanimidad se acuerda en sesión de 15 de noviembre de ese año ( punto 14 )  “Ceder, con el quorum previsto en el artículo 96 del citado Reglamento , al Obispado de Cuenca y con carácter gratuito, el solar situado en la Avenida República Argentina, propiedad municipal, que según plano realizado por el Sr. Arquitecto de la Corporación tiene una superficie de 902 metros cuadrados, comprendido en un polígono de forma rectangular de 44 metros de lado y que forma línea de fachada con la Avenida citada 20 ’50 metros de ancho “.

Se recordaba que la cesión solo estaba limitada por lo especificado en el articulo 94 del Reglamento de obligaba aplicación que indicaba, “Los bienes de uso público y comunales, mientras conserven su respectivo carácter serán inalienables e inembargables“.

El año 1.958 se visó el proyecto del edificio con el nombre de “Obra de San Julián. Proyecto de Casa Diocesana de Caridad” y a continuación se iniciaron las obras.

Cuando estaba edificándose la Casa se recibió en el Ayuntamiento una nueva petición del obispo que solicitaba la cesión gratuita de otra parcela que estaba “entre la fachada poniente de la Casa Diocesana de Caridad, en construcción y el llamado “Caz del Molino de la Noguera”. Este terreno de 596 metros cuadrados se consideraba, según el prelado, necesario e imprescindible“ para el normal desenvolvimiento de los servicios de la mencionada Casa, ya que la primitiva parcela ha sido destinada, casi en su totalidad, al edificio”. Ante esta petición y apreciando los motivos expuestos, por unanimidad, también se acordó iniciar el expediente para la concesión gratuita de la parcela que se solicitaba y así se hizo. Parcela que fue valorada por el arquitecto municipal Eduardo Torallas López en 53.680 pesetas.

 Su emplazamiento exacto, según acta municipal, era colindante con la Casa en construcción en la unión de la Avenida República Argentina, con la de Ignacio de Loyola, al norte con la Avenida citada, este con la Casa Diocesana, sur con la línea de ferrocarril y oeste, con la senda que iba del matadero municipal (en El Sargal) al desaparecido “Molino de la Noguera”.

 Las obras habían sido presupuestadas en nueve millones y medio de pesetas, se hizo por gestión directa y sin merma de la calidad su coste fue reducido a cinco millones y medio de pesetas.

 El domingo 15 de septiembre del año 1.963 a las doce de la mañana se inauguró la Casa Diocesana de Caridad (Edificio Cáritas) con la bendición del obispo en presencia del secretario nacional de Cáritas, delegado de España en Cáritas América, presidenta nacional de Damas de la Caridad (duquesa de Osuna ), autoridades provinciales, locales y público.

 

El edificio inaugurado era de siete plantas, terraza y dos semisótanos. En su planta baja se ubicaba una capilla pública (que permanece), bar y un cine con 841 butacas que comenzó a funcionar justamente un mes antes con la proyección de la película “Cariño Mío “, comedia romántica dirigida por Rafael Gil y protagonizada por Vicente Parra, Marianne Hold  y Manolo Morán.  Era autorizada para mayores de 16 años.

 El Cine Avenida, éste era su nombre, funcionó hasta el año 1982.

 Dentro del Edificio de Cáritas, ya histórico, !Qué gran cantidad de labor humanitaria se ha hecho, durante seis décadas¡ y así afortunadamente continúa .

 

 

Agosto 2024