EL PARADOR NACIONAL DE TURISMO EN EL CASTILLO DE CUENCA

Antonio Rodríguez Saiz

 

Las cosas de palacio van despacio es un dicho o frase hecha utilizada con frecuencia, donde el sentido figurado no es coincidente con el sentido real. Indica lentitud o tardanza en un proceso y la encuentro muy acertada en el tema que me ocupa para definir lo sucedido desde que surgió la idea hasta la realización del Parador Nacional de Turismo en la ciudad del cáliz y de la estrella.

Deseo que tiene sus orígenes en la década de los sesenta del pasado siglo cuando las autoridades locales , de aquel tiempo ,consideraron que podría ser interesante para la capital la construcción de un Parador que produciría, sin duda, una buena ayuda económica  con divulgación y conservación del patrimonio artístico  , cuya idea estaba en sintonía y coincidencia con la dinámica que llevaba a cabo, en este apartado, el ministerio de Información y Turismo para recuperar edificios emblemáticos , monumentos , palacios,  etc.

El año 1.966 se inaugurarían dieciséis Paradores, uno de   ellos fue el Parador Nacional “Marques de Villena” (21 de marzo) en la histórica villa conquense de Alarcón.

En una visita a Cuenca del titular del ministerio, Manuel Fraga (1962-69) las autoridades conquenses recorrieron con él la parte de la ciudad donde tenían previsto que se pudiera hacer el Parador, antiguo castillo y alrededores, entre la Hoces de los ríos Júcar y Huécar.

Es conocido que en la visita el ministro, Fraga ensalzó y manifestó su admiración por el lugar y paisaje agradable, de espectacular belleza y singularidad declarado algún año antes (1963) Paraje Pintoresco. A continuación, comentaría a los presentes: “Aquí tienen ustedes muy poco de castillo “.

Verdaderamente así era contemplando las ruinas del castillo edificado en época musulmana posiblemente en el siglo X en lo más alto de la ciudad, fortaleza que después de la Conquista de Cuenca por el rey Alfonso VIII se reforzarían sus murallas principalmente dando más espesor a sus muros del exterior.

Según estudios de investigadores e historiadores, en el reinado de Enrique IV el castillo estaba en proceso de abandono y el monarca castellano autorizó su destrucción e igualmente después los Reyes Católicos.

Por Cedula Real de Felipe II (30-9-1574), cuya copia se conserva en el archivo municipal, se cedió parte del solar para edificar la sede del Tribunal de la Inquisición, entonces situado provisionalmente en la Casa del Arcediano de la calle de San Pedro. Allí estaría hasta la supresión definitiva del Tribunal de la Inquisición Española el año 1834.posteriormente destinado para cárcel y actualmente rehabilitado (1985-1991) es Archivo Histórico Provincial.

Un buen paso en el tiempo nos  sitúa en la fecha del día 15 de septiembre de 1.972  cuando se celebró pleno del Ayuntamiento de Cuenca informando el alcalde, Andrés Moya López de  las  “ gestiones  para  la construcción, por el Ministerio de Información y Turismo, de un Parador Nacional en el antiguo Castillo, exige ya poner a disposición del Estado los inmuebles necesarios próximos  al mismo”, acordándose , con este motivo, ceder gratuitamente la finca de la calle Trabuco número 29 colindante con la muralla, que era de propiedad municipal y en caso de necesidad otro inmueble también dueño, mientras se hacían gestiones para la compra de una casa y corral inmediato.

Se pretendía su construcción, utilizando sus murallas y el edificio entonces Prisión Provincial   que había sido donado por el Ayuntamiento de Cuenca al Estado el año 1925 y que ahora requería ciertos trámites administrativos en cuanto se realizase el traslado del centro penitenciario, muy próximo en el tiempo, al nuevo edificio construido en la carretera de Tarancón km. 78., donde continua

Con el fin que las obras no sepultaran restos interesantes se realizó una investigación importante

Se hizo un concurso de proyectos para la construcción del Parador de Cuenca en el lugar indicado, siendo 24 los presentados y adjudicándose al arquitecto, Julio Cano Lasso (con antecedentes familiares en Tarancón) que tuvo durante su vida un notable y reconocido prestigio profesional. En la capital conquense fue autor del proyecto de la sede central de la Caja Provincial de Ahorros de Cuenca (1973) y Viviendas Villarromán (1982- 89).

Todo el proceso parecía bien encauzado e impulsado como lo demuestra el escrito fechado por el ministro de Información y Turismo, Pio Cabanillas Gallas (escasos meses en el cargo) al alcalde, Moya López donde le informaba de haber dispuesto la inclusión en el Plan de Construcciones y Obras correspondiente al bienio 1974-75 la construcción del Parador Nacional de Turismo de Cuenca.

En igual sentido se había dirigido el ministro al gobernador civil, Moisés Arrimadas Esteban, recién tomado posesión del cargo. Aunque el número de plazas seguían siendo de 200 la inversión prevista, se decía, era de 80 millones de pesetas.

Con el cambio de régimen y desaparecido el ministerio de Información y Turismo se puso fin, por un tiempo, a la construcción de Paradores Nacionales y sería hacia 1.987 cuando el diputado por Cuenca y ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero se tomaría interés reiniciando el proyecto de Parador, aunque pensaba que el sitio mejor para su emplazamiento era el Hospital de Santiago, uno de los edificios más emblemáticos e históricos de Cuenca.

Entonces no se consideraba como posibilidad ubicarlo en el antiguo convento de San Pablo fundado por el canónigo, Juan del Pozo y construido a sus expensas (s. XVI ), con diseño de Juan y Pedro de Alviz, que por primera vez trabajaban en Cuenca. Más bien, se pensaba, principalmente, destinarlo para la facultad de Bellas Artes, también para sede de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (U. I M. P).  Hubo propuestas de universidades de Londres y Puerto Rico y alguna más. Llegaría a estar ocupado por la Universidad Católica de Santo Domingo (U.C.S.D) y la Asociación Fray Serafín Madrid Soriano (con alumnos discapacitados).

El principio del final llegó afortunadamente cuando el 11 de julio de 1.989 en el Gobierno Civil se procedió a la firma de la escritura pública de arrendamiento durante cincuenta años del Convento de San Pablo por parte del ministro de Transportes, Comunicaciones y Turismo, José Barrionuevo y el obispo de la Diócesis, José Guerra Campos con el fin que después de su remodelación (proyecto del arquitecto Carlos Fernández Cuenca) se convertiría en Parador Nacional de Turismo. Además, firmaría el documento, Virgilio Zapatero y el delegado provincial de Hacienda, Angel Seoane Rodríguez, en presencia de otras autoridades especialmente del alcalde, Andrés Moya testigo e impulsor desde el principio del largo proceso llevado a cabo, casi tres décadas para verlo convertido en realidad

En dicho acuerdo se exceptuaba expresamente el arrendamiento de la iglesia con su testero o cuerpo de sacristía, escalera de acceso a la tribuna alta de la iglesia (estipulación primera).

El día 1 de abril de 1993 se inauguraba, por fin, el Parador de Turismo de Cuenca en el antiguo convento de San Pablo con anuncio en la prensa nacional donde se leía que “ESTE NUEVO PARADOR LE ENCANTARA “. Creo sinceramente, después de treinta años transcurridos, que así continúa sucediendo.

 

Septiembre 2023