EL MONUMENTO DEL OBISPO PALAFOX, UN DESEO INCUMPLIDO

Antonio Rodríguez Saiz


 

Sí, así es y, por ello, he querido titular estas líneas señalando el incumplimiento de un acuerdo municipal de finales del siglo XIX pero que, a mi juicio, aunque tardíamente, se puede reparar esta falta de memoria o deseo que de forma reiterada y continua acaece en relación con algunos personajes conquenses o íntimamente relacionados con esta tierra. En éste me refiero al ilustrado y ejemplo de bondad de vida, D. Antonio Palafox Croy de Abre hijo del marqués de Ariza, Grande de España de primera clase, obispo de Cuenca en un breve pontificado (1800-1802), menos de dos años, ejerciendo la dirección y jurisdicción espiritual de la diócesis, aunque unido a ella desde finales del año 1762 que fuera nombrado arcediano de la catedral de Cuenca, por el rey Carlos III, conocedor de su talento y valía; posteriormente sería nombrado canónigo

Cuarenta años de servicios ininterrumpidos a Cuenca durante también en época de sus antecesores en la silla episcopal, Isidro de Carvajal y Lancaster, Sebastián Flores Pavón y Felipe Antonio Solano Marín, no solamente en su dedicación religiosa propia de sus cargos, sino por su constante preocupación, por elevar el nivel educativo, cultural y económico de los habitantes de Cuenca. Meritoria labor con medidas para desarrollar las facultades intelectuales y morales especialmente de la infancia junto con otras de inequívoco contenido social en la búsqueda de utilidad y provecho por la vía del trabajo digno, en una época que Cuenca había perdido la actividad de siglos anteriores en especial la industria textil. El arquitecto Mateo López (n. Iniesta) contemporáneo del prelado en sus “Memorias Históricas de Cuenca “señala sus realizaciones entre las que paso a enumerar alguna de ellas.:

- Creación a sus expensas de una fábrica de tejidos de lana con centenares de trabajadores que posteriormente se encargarían los Cinco Gremios Mayores de Madrid.

- Construcción y creación de un edificio para escuelas de niños y niñas costeados por sus propios bienes (después trasladadas a dos edificios que también perduran y unas placas lo recuerdan).

- Notable y amplio edificio posteriormente utilizado para diversos usos: sede del único Instituto de Enseñanza existente en la provincia durante 85 años, Cáritas Diocesana y Cine-Club, Asociación Católica de Hermandades de Trabajo, Colegio Salesiano (primera sede que tuvo en la ciudad), ubicación de muy corta existencia de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE), un intento fracasado.

En la actualidad el edificio restaurado alberga el Conservatorio Profesional de Música “Pedro Aranaz”.

- Finalización de las obras de la Casa de Recogidas (también de Beneficencia). Se conserva la fachada, aunque reducida y desplazada unos metros de su primitivo lugar.

- Importantes y decididas obras en calles y casas de la catedral, gracias a sus propósitos.

 

Todo lo anteriormente expuesto y mucho más nos lleva a recordar el acta de la sesión municipal de 27 de diciembre del año 1886, casi un siglo después del fallecimiento de Palafox, donde el alcalde liberal, Manuel Pajarón Ruiz-Morquecho y fabricante de paños que había sido brevemente con anterioridad alcalde y miembro del Partido Carlista, después presidente de la Diputación quien antes de abandonar el gobernador civil el pleno, Jerónimo Arenas que lo presidía expone que “por los infinitos beneficios otorgados a la ciudad por D. Lucas Aguirre y Juárez legándole a las Escuelas de niños, niñas y párvulos que llevan su nombre, creía un deber de gratitud perpetuar la memoria de tan preclaro conquense, erigiéndole una estatua frente al edificio ocupado por aquellos”.

El Señor López Arrazola que acogió con su beneplácito este pensamiento consideró que este procedía se hiciese extensivo al Señor Obispo Palafox de quien la Capital recibió también y viene disfrutando ha muchos años la herencia de otras escuelas de niños y niñas”.

Ante estas dos intervenciones del alcalde y concejal, el gobernador manifestó que era muy justo y conveniente lo expresado por ellos de tributar un recuerdo eterno a aquellos que destinaron sus intereses a la educación e instrucción de los pueblos”.

Fue motivo para que por unanimidad de los ediles presentes se constituyese una comisión formada por los concejales, Pedro López Arrazola (autor de la propuesta del monumento a Palafox), Ramón Torres Carretero y Mariano Gironés Otonel que tendría el asesoramiento técnico del arquitecto provincial, Rafael Alfaro Sánchez-Gadeo que habría sido el proyectista del edificio neoclásico destinado para Palacio de la Diputación Provincial, entonces en construcción.

Tenía la comisión como objetivo principal informar, proponer, buscar localización y condiciones sobre donde se debían colocar las estatuas conmemorativas de Lucas Aguirre y el obispo Palafox.

Desgraciadamente aquella aspiración y voluntad manifestada por la corporación municipal quedó en un deseo incumplido por parte del Ayuntamiento.

En el caso de Palafox, 58º obispo de la diócesis aún está a la espera de su ejecución y en el del filántropo Aguirre sí tiene una escultura en el emblemático y céntrico Parque de San Julián, aunque con frecuencia maltratada por el vandalismo, incultura e ignorancia, pero inaugurada después de 40 años del acuerdo aquí mencionado. Fue inaugurado el monumento a Aguirre el 8 de septiembre de 1927 con gran solemnidad y asistencia de autoridades, maestros, escolares y numeroso público, aunque sufragado por suscripción pública y esfuerzo ilusionado de maestros, alumnos y alumnas del centro que llevaba su nombre.

Con un paso en el tiempo, años veinte del siglo XX, observamos que en Parque de Canalejas (actualmente Parque de San Julián) se pensó en colocar tres estatuas más y así se hizo en parte.

- “El Hombre de la Sierra” obra del laureado e imaginero conquense, Luis Marco Pérez medalla de oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes (1926) y desde 17-11-2014 cedida por el Ayuntamiento de Cuenca al Museo de Semana Santa, en el espacio dedicado al escultor.

Aunque he de decir que se trata del vaciado de la misma porque la escultura original propiedad del Museo Nacional de Arte Reina Sofia está cedida y se exhibe en el Museo de Escultura, al aíre libre de Leganés.

- Estatua en memoria de Gregoria de la Cuba y Clemente (1930), por su meritoria labor benéfica y social igualmente del escultor nacido en Fuentelespino de Moya.

No podemos decir lo mismo de la escultura dedicada a Palafox que, vuelvo a repetir, es un deseo incumplido.

Sí se conserva en el Ayuntamiento de Cuenca, aunque no está visible al público un retrato del Obispo Palafox, copiado de un autor anónimo de principios del siglo XIX. Es un oleo sobre lienzo (120x90 cm); el autor de la copia es Leoncio Sancho (1820-¿) realizada en 1866.

No quisiera concluir esta exposición adoptada de forma unánime sin recordar que ante la dejadez, negligencia, pereza, desidia o lo que sea un, entonces, estudiante de 21 años (n. 1888 Minglanilla) discípulo del célebre escultor segoviano Aniceto Marinas en la asignatura de Modelado de Escultura y Ornamentación de la Escuela  Superior de Artes Industriales de la capital de España hace donación a la Diputación de Cuenca de “el busto y pedestal por el ejecutados y dedicado al que fue digno obispo, protector de de Cuenca y de las Artes Excmo. Sr. D. Antonio Palafox Croy de Abre” según indica en la instancia (3.-3-1910). Se trata del escultor Enrique Cuartero Huerta que lo hace – dice – por dos motivos: demostración de su aptitud artística y en prueba de agradecimiento y reconocimiento anticipados por la petición que formula de una pensión anual para completar y perfeccionar en la escultura.

Pensión que seguidamente le fue concedida en la cantidad de 1.250 pts. al año, con cargo al presupuesto de 1911. No se cumplió lo acordado con las dificultades económicas de la la institución provincial, motivo que llevó al escultor conquense a reclamar la pensión concedida, varios años después (1914) coincidiendo con el inicio de ampliación de estudios, que originaban más gastos. Es en la sesión plenaria 28-12-1914, presidida por Maximiliano Cañada cuando le asigna 1.000 pts. anuales para proseguir sus estudios y reconocido que “el busto y pedestal de tamaño natural del Excmo. Sr. Obispo Palafox dedicado a esta Corporación evidencian en el peticionario brillantes condiciones para la escultura”.

Efectivamente, así fue y se demuestra con la obra que produjo a lo largo de su vida, aunque el Ayuntamiento conquense, le rechazó dos proyectos presentados: monumento al rey Alfonso VIII de forma gratuita (1914) y una custodia procesional (1958).

Ignoro el lugar donde está el busto de Palafox obra del escultor Cuartero. ¿Se conserva aún? ¿Dónde? ¿Desapareció? ¿Cuándo? Son preguntas que me hago sin saber, por mi parte, la respuesta.

Tomo para finalizar la frase y pensamiento de un autor norteamericano contemporáneo que me parece muy acertada para la ocasión en el sentido que un deseo no cambia nada sin embargo una decisión cambia todo.