EL ORATORIO DE LAS CASAS CONSISTORIALES

Antonio Rodríguez Saiz - Mayo 2019

 

En la actualidad el Oratorio de las Casas Consistoriales de Cuenca se encuentra situado en el despacho del alcalde, antigua sala consistorial, primera planta del edificio, entre las puertas de acceso al balcón corrido desde donde se divisa una impresionante vista de la ciudad de Cuenca con el discurrir de las aguas del Júcar en su entrada a la capital de la provincia.

Aunque posteriormente me referiré a la antigüedad histórica del mismo, comenzaré este sencillo relato situándolo en la fecha más cercana cuando en agosto de 1943 el arquitecto municipal, Fernando Alcántara Montalvo confeccionó un proyecto y presupuesto de un altar decorativo para su colocación en el Salón Rojo de las Casas Consistoriales para su estudio y si procedía por parte de la Comisión Gestora (miembros de la corporación) proceder a su construcción. Estaba valorado en 6.521,34 pesetas y fue enviado al alcalde-presidente, Jesús Merchante Sánchez. Tenía en cuenta los siguientes datos y características, que resumo:

  • Construcción e instalación de un altar de mármol rojo de las canteras de Cuenca, si fuera posible.
  • Se colocaría donde anteriormente hubo un altar de yeso en el Salón Rojo, desaparecido durante la Guerra Civil (1936-39) que debería estar terminado el 12 de octubre de 1943, para poder celebrar la primera misa en él, fecha muy significativa.
  • Se dispondría de uno de los dos frentes desmontados en la ermita de San Antonio Abad que se adaptaría y ajustaría a las dimensiones necesarias, siendo el resto de la obra de nueva construcción. Se refiere a la actual iglesia parroquial Nuestra Señora de la Luz, que en la actualidad no tiene ningún altar ni retablos antiguos. Los actuales son modernos.
  • Sus partes principales serian de mármol rojo: columnas, capiteles, pequeña dovela principal del arco del fondo y entablamiento.
  • De color amarillo, de igual procedencia, serían la mesa del altarzocalillo de columnas, parte baja del entablamiento y placa de fondo.
  • De color blanco, bordones y aplicaciones del frente de Altar y las labras laterales del arco de fondo donde se colocaría el cuadro de la Inmaculada Concepción que se pudo salvar de su destrucción, obra del pintor conquense y catedrático de instituto, Benito López Chust, realizado en 1900. 

Es una excelente copia de la célebre “Inmaculada Concepción de El Escorial” que el pintor Murillo había realizado al oleo sobre lienzo (1660-1665) actualmente en el Museo del Prado de Madrid.

Como puede observarse en la fotografía se aprecia en Ella un sereno semblante indicativo de la época de juventud con su mirada elevada al cielo, manos unidas sobre el pecho en actitud de plegaria ferviente, cubierta por un amplio manto azul sobre túnica blanca. Completa el cuadro grupos de ángeles entre nubes de varios matices y resplandores. 

Del profesor López Chust (becario del ayuntamiento y diputación) se pueden ver varias obras suyas en la Casa Consistorial sede del ayuntamiento de Cuenca: cuadro de doña Juana la Loca velando el cadáver de Felipe el Hermoso (1894), copia del famoso realizado por Francisco Pradilla y Ortiz en 1877; retratos de los ilustres conquenses, Severo Catalina del Amo, académico de la lengua (sillón A) además de político y su sobrino, Mariano Catalina Cobo, igualmente académico (sillón J) y político. Por último el de Mateo Miguel Ayllón Alonso, ministro liberal (siglo XIX).

El arte y enseñanzas del pintor López Chust permanecen en la memoria de muchos conquenses, aunque todavía falta el reconocimiento oficial, especialmente por parte de la institución municipal, como en alguna ocasión reclamaba José  Vicente Ávila en uno de sus acertados espacios radiofónicos.

 

La Comisión Gestora Municipal en sesión extraordinaria (18/8/1943) acuerda la aprobación del proyecto redactado y valorado por el arquitecto Alcántara. Estaba presidida por Rafael Echavarría Saiz en funciones del alcalde accidental con asistencia de los gestores Olmo, Gómez, Castellanos, López, Pérez Madero y Merchante. En consecuencia se publica en el Boletín Oficial de la Provincia (16/9/43) el anuncio para la realización del Altar decorativo en el Salón Rojo de las Casas Consistoriales, con indicación de excluir y rechazar aquellas ofertas que excediesen del importe establecido en 6.521,34 pesetas y un plazo para entrega de ofertas que finalizaba a los diez días de su publicación en el Boletín.

Al concurso abierto para optar a la ejecución del Altar decorativo solo se presentó el industrial marmolista, Fortunato Martínez Ramiro, establecido con su hermano, Juan José, en la denominada entonces –por error del consistorio- calle de Gil Carrillo de Albornoz nº 4 frente al hotel Iberia (hoy sala de exposiciones del mismo nombre). La oferta presentada, un día antes de concluir el plazo era por un importe de 4.820 pesetas. Fue aprobada en sesión 22/9/1943 según se desprende del comunicado del alcalde dos días después al adjudicatario.

 

 

De los datos anteriormente puesto de manifiesto se infiere y deduce en consecuencia que no se podría cumplir el plazo indicado por el arquitecto municipal para estar completamente ultimada la instalación del altar y así poder celebrar la misa, como era interés en la fiesta de la raza. El plazo previsto se sobrepasó con cierta demora y se concluiría el año siguiente.

El precedente del Oratorio en las Casas Consistoriales (no solamente en Cuenca) es muy antiguo. Delante de él hacían oración los regidores, representantes de la ciudad, antes de las sesiones. Hay un acta en el Archivo Municipal de 8-9-1650 donde se refleja el voto en defensa que “La Virgen Santísima, Madre de Nuestra Señora fue concebida sin mancha de pecado original”, y 12 días después otro acuerdo ratificando el juramento y la forma de cómo debe ser la toma de posesión de los cargos. Recordar que hasta el 8 de diciembre de 1854 no fue dogma de fe de la iglesia católica por su bula “Ineffabilis Deus”.

Sobre el interés que tuvieron los representantes de la ciudad de Cuenca por el mantenimiento, respeto y estimación propia al espacio señalado al culto municipal, (comprendo que ahora sean otros tiempos) pertenece el hecho documentado en 1748 (AMC. Legajo 900-exp 18) “ejecutoria sobre mantener a esta ciudad en el uso y posesión del Oratorio en las Casas Consistoriales”

 

 

Un pleito que hubo en la capital conquense con el Fiscal General de la Audiencia Episcopal cuando se tuvo que trasladar el Oratorio a la Casa del Corregidor y Justicia Mayor, Francisco Barona de Rosa por el deficiente estado que se encontraba el edificio consistorial donde se celebraban las sesiones municipales. Temía la autoridad eclesiástica, era obispo de buen recuerdo en Cuenca, José Flores Osorio, que se pudiera deslucir y empañar en relación con su uso.

Los regidores perdieron, en principio, el litigio sostenido contra los clérigos y se acogieron a la acción de recurrir ganando en esta ocasión la ciudad, sin condena de costas, por sentencia fechada en Alcalá de Henares (10/9/1748) por la que se “mantenía y amparaba, a la referida ciudad de Cuenca en el uso libre de dicho Oratorio en cualquiera de las casas de su elección hasta la restitución a las primordiales como en ellas, sin que para ello necesite de otra diligencia que la de dar aviso a dicho Ordinario (Obispo) para la visita de su decencia que le compete por derecho”. 

Son estos datos aquí expuestos, sin más, retazos o fragmentos de nuestra pequeña historia. Y solamente eso.

Fuentes consultadas: 

  • Archivo Municipal de Cuenca: legajos 279- exp.1; legajo 900-exp 18; legajo 2433-exp.33.
  • Actas municipales 1943-44.
  • Boletín Oficial de la Provincia.