AUSENCIA DE CUENCA EN EL PUEBLO ESPAÑOL

Antonio Rodríguez Saiz

Podría parecer que el título de este artículo es una afirmación absoluta, considerada cierta, sobre Cuenca, indicativa de expatriación, retirada, deserción, etc., dentro del conjunto de España. Algo incierto, totalmente inimaginable y sin fundamento que me apresuro a explicar.

Si se continua la lectura se podrá observar que fue y es verdadera la no presencia de Cuenca en el Pueblo Español, pero, eso sí, referido al famoso museo, al aire libre, que con este nombre se construyó en Barcelona (montaña de Montjuic), sobre un terreno de cinco hectáreas donde están reproducidos monumentos, edificios, calles, plazas …, de ciudades españolas. Pueden contemplarse además colecciones pictóricas, artesanía popular, y otras en un notable interés por congregar las peculiaridades y singularidades de los diferentes pueblos de España, impensable en la actualidad, construido según  datos históricos, apuntes, fotografías, planos y dibujos  recogidos  por toda la geografía nacional, gracias a  los arquitectos y artistas autores del proyecto.

Fue inaugurado el Pueblo Español de Barcelona el año 1929 con motivo de la Exposición Internacional en la capital catalana, próximo a la Fuente Mágica de Montjuic proyectada por el arquitecto e ingeniero, Carlos Buhigas Sans el mismo que es autor de la fuente luminosa de Cuenca que hubo en la actual Plaza de la Constitución, retirada en febrero de 2002. 

Aquellos conquenses que visitaron el museo del Pueblo Español durante el tiempo que estuvo abierta al público la Exposición, mayo 1929 al 30 enero de 1930 experimentaron, sin duda, una gran desilusión ante la ausencia de un edificio o rincón representativo de Cuenca en el amplio recinto, comparable a ésta que nos sigue produciendo durante casi un siglo.

Una omisión importante que hacía  quejarse, manifestando su sentimiento, al profesor y Cronista Oficial de  la Provincia de Cuenca, Juan  Giménez de Aguilar; lamentando que Cuenca estuviese ignorada y no representada en el bello y emblemático museo, señalando que bien se podría haber realizado una reproducción de las plazuelas  de S. Andrés o de la Merced sin olvidar otros edificios y calles aunque para el profesor lo mejor habría sido la reproducción de las Casas Colgadas aunque no según, en aquellos años, se estaban restaurando .Sobre esto decía:  “donde cuelgan por doquier desdichadas jaulas de madera”.

Por su parte, en el mismo sentido, Basiliso Martínez Pérez, que conocí en Barcelona con el nombre de Valeriano autor del libro “Postales Conquenses”, buen referente de aquella época nos dejaba, a propósito, este párrafo: “Camina, lector conmigo desde el Palacio de las Diputaciones, donde nos habíamos quedado hasta el Pueblo Español. Y recorre atentamente sus calles y plazas para buscar algún recuerdo, aunque pequeño, de nuestra patria chica... Ni una casa, ni un balcón, ni una portada, ni siquiera una piedra que nos traiga a la memoria la tierra conquense. Parece ser que, nuestra provincia se pobló en el siglo XX. Nada en ella es digno de figurar en la recomposición de un pueblo netamente españolísimo”.

Me imagino también la sorpresa, entre otras, de aquellos seis niños seleccionados por la Junta Provincial de Protección a la Infancia invitados por la misma institución de Barcelona para visitar la Exposición Internacional en aquel inolvidable viaje por ferrocarril, con parada en la capital de España.

Sirvan aquellos ejemplos mencionados de testimonio que hubo voces conquenses cualificadas, no suficientes, que expresaron cierto malestar y descontento por la ausencia de Cuenca en el Pueblo Español de Montjuic, museo que he visitado en un buen número de veces, varias de ellas con mis alumnos durante el tiempo que ejercí la docencia en Barcelona.

Esta sensación reflejada durante los meses que duró la Exposición continuó y permaneció durante años con algún intento de corregir esta exclusión y así fue cuando era alcalde de la capital conquense, Bernardino Ángel Moreno Cañadas en 1958, al principio de su mandato, tomándose la decisión de remitir al Ayuntamiento de Barcelona datos históricos y diferentes fotografías de las Casa Colgadas con ánimo y voluntad que fuesen reproducidas en el Pueblo Español, con resultado nulo.

Un nuevo intento de ver ahí reproducidas las famosas Casa Colgadas fue en el año 1967, esta vez con más intensidad, cuando se tuvo conocimiento del interés mostrado por el Ayuntamiento de la capital catalana para ampliar el museo al aire libre, casi cuatro décadas después de su inauguración y es entonces cuando la Junta directiva de la Casa de Cuenca en Barcelona( fundada en 1960)presidida por el comisario de policía y paisano ,Pedro Antón Martínez, portavoz del amplio colectivo de originarios de la provincia de Cuenca residentes en tierras catalanas ( se calculaban 60.000) expresó  al alcalde de la Ciudad Condal, José  María Porcioles Colomer el interés  de incluir una reproducción de las Casa Colgadas. Deseo compartido por la Corporación Municipal de la ciudad de Cuenca según refleja el acta de la sesión plenaria (15-5-1967), cuando era alcalde, Teodomiro García Pérez, que cesaría un mes después a petición propia.

Fue en esta sesión cuando se dio lectura a una carta del alcalde Porcioles Colomer en cuyo contenido se informaba de encontrarse en estudio el ruego de la Casa de Cuenca en Barcelona apoyado por su homónimo de Cuenca y Corporación que presidía.

Quedaron enterados, además, los ediles presentes de la información que proporcionó el concejal, Narciso Díaz Recuero presidente de la Comisión de Hacienda, Vivienda, Protocolo y Relaciones Públicas de la entrevista que mantuvo con el concejal delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona en su viaje a Cuenca informándole que el estudio en cuestión estaba en fase avanzada

Se crearon buenas expectativas y esperanzas para corregir la omisión y a propósito de ello el periódico provincial, Diario de Cuenca publicaba un artículo firmado por Alfonso, seudónimo de quien fue su redactor jefe y director donde se podía leer que “El viejo deseo de que Cuenca esté en El Pueblo Español se va a ver cumplido. Los primeros pasos están dados “Y, efectivamente así era, pero los siguientes movimientos necesarios no fructificaron. Vana ilusión y falta de realidad según el resultado quebrado y sin efecto positivo.

El día 29 de octubre del año 1967 tuvo lugar en la calle Montaña núm. 62 de Barcelona la deseada inauguración de la   sede oficial de la Casa de Cuenca, un edificio digno, parte importante y proyección de nuestra tierra, con importantes actos y presencia de autoridades de ambas provincias, numerosos conquenses allí residentes y amigos con demostrado cariño a nuestra tierra

Muy importante fue la reunión de trabajo que tuvo lugar al día siguiente con asistencia de concejales representantes de ambas corporaciones municipales con el fin de fomentar y acrecentar las relaciones entre las dos ciudades. Según informó posteriormente el alcalde, Andres Moya (nombrado cuatro meses antes) en la reunión se resolvió, de común acuerdo, que para el próximo 21 de septiembre se celebraría en Cuenca el Día de Barcelona y con asistencia de sus ediles se inauguraría en nuestra capital una plaza con el nombre de Ciudad de Barcelona (hasta el año 1975 no se designó una calle con el nombre de Barcelona), sin embargo, en la Ciudad Condal una calle tenía entonces el nombre de Cuenca. Al año siguiente se celebraría en Barcelona el Día de Cuenca y “en esta fecha se hará la inauguración de una reproducción lo más exacta posible de las Casas Colgadas en el Pueblo Español de Barcelona”.

No tengo datos necesarios para saber y entender que pudo acontecer para que una reproducción de las Casa Colgadas no fuera instalada en el interesante museo de Barcelona, pero casi me atrevo a afirmar que no fue culpa o negligencia de las autoridades conquenses del momento, en unos años donde la presencia de influyentes personajes nacidos en Cuenca y residentes en la capital catalana era notoria. He aquí algunos ejemplos: presidente de la Audiencia Territorial, jubilado con honores de presidente de la Sala del Tribunal Supremo de Barcelona, Elpidio Lozano Escalona; secretario general del Ayuntamiento de Barcelona, Juan Ignacio Bermejo Gironés; catedrático de la Universidad de Barcelona, profesor Soriano……Seguramente que algunos lectores podrán añadir otros nombres igualmente relevantes

Sí estoy seguro, así lo afirmo que, en lo anteriormente expuesto, el esfuerzo, tesón y entusiasmo de los dirigentes de la Casa de Cuenca sería máximo porque he conocido cuanto amor y cariño se ha propagado ahí y espero que continúe. No olvido cuando por primera vez visité nuestra Casa en Barcelona (10-9-1968) y que posteriormente siendo presidente el recordado amigo Pedro Muñoz fui nombrado pregonero (1990) en la 4º Semana Cultural, coincidiendo con la fiesta en honor de nuestro patrón el obispo S. Julián

Aunque en el Pueblo Español no figure ningún detalle que recuerde a Cuenca sí quiero pensar y creo que nuestra tierra está allí presente en el sentimiento de los conquenses de nacimiento o raíz

 

 

Fuentes consultadas:

AMC. Archivo Municipal de Cuenca. Acta sesión 15 mayo 1967

Diario de Cuenca, 18-5-1967  y 5-11-1967

 

Enero 2023