El mausoleo del 15 de julio, homenaje a las víctimas de la represión de 1874
Antonio Rodríguez Saiz    

 

Durante el último cuarto del siglo XIX y parte del actual, la ciudad de Cuenca vivía, a mediados de julio, una jornada triste y dolorosa que envolvía a sus habitantes en el recuerdo del ataque, entrada y saqueo de la capital por los carlistas, a las órdenes del jefe de las tropas de Levante y Centro, hermano del pretendiente, Alfonso de Borbón y de Este, junto con su esposa María de las Nieves de Braganza.

 


Este era el monumento o mausoleo en homenaje y recuerdo a las víctimas del 15 de julio de 1874: un monolito, circundado por un pequeño jardín y una verja. Fue demolido tras la última guerra civil

 

Aquel espantoso suceso ocurrido el 15 de julio de 1874, preparado días antes, donde un determinado número de paisanos nuestros fueron víctimas del ataque perpetrado a Cuenca, ciudad débilmente protegida por una exigua guarnición que la defendía, quedó marcado fuertemente en la retina y memoria de cuantos vivieron aquellos momentos trágicos, disponiéndose de bibliografía suficiente para tener una idea clara de lo ocurrido.


UN MAUSOLEO EN EL LUGAR QUE HOY OCUPA EL ICONA


A raíz de los acontecimientos del "Quince de julio" todos los años, en esta fecha, se celebraban una serie de actos en honor de aquellas personas que perdieron la vida en uno de los episodios más crueles sufridos en la ciudad.

 

Otra visión del monumento, desde un ángulo distinto, que permite advertir tras él, el edificio, también desaparecido ya, del Cuartel de Provinciales o de San Francisco


No tardó el pueblo conquense en querer recordar, de forma permanente, desde el dolor y el sentimiento, esa jornada y para ello se hizo el Monumento en la entonces llamada calle de las Torres, situado en el lugar exacto que actualmente ocupa el edificio de ICONA.


Regían la Corporación Municipal, por aquellas fechas, el alcalde Valentín Monreal, junto con los tenientes de alcalde Jacinto Bascuñana, Eugenio Carretero y José Martínez Otonel y diez concejales, siendo Santiago Sarmiento el secretario de la misma.


En el Boletín Oficial de la Provincia se reflejaron los nombres de todas las personas e instituciones que colaboraron económicamente a hacer realidad el Monumento e incluso, curiosamente, el de aquellas que habiendo expresado su deseo y dado su nombre, luego no habían abonado la cantidad indicada en ese tiempo.
En la fecha del 30 de agosto de 1877, un ano antes de inaugurarse, la suscripción alcanzaba la cifra de 6.773,13 pts. aumentada después con 162,50 pts., con lo que se fueron sufragando los gastos hasta esa fecha, entre ellos el pago al cantero Pedro Onandía.


La aportación más importante corrió a cargo del Ayuntamiento de la capital y cabe reseñar, también a la Diputación provincial que entregó 250 pts., destacando entre los ayuntamientos de la provincia que colaboraron, el de Minglanilla que con 100 pesetas fue el más generoso.


SOLEMNE INAUGURACIÓN DEL MONUMENTO


Con motivo de la inauguración del Monumento la Corporación Municipal conquense elaboró un programa de la función cívico-religiosa (editado en la imprenta conquense de Dionisio Torres) donde se reflejaban los actos a celebrar el año 1878, cuarto aniversario del "Quince de Julio" comisionando para ello en sesión del 2 de julio de 1878 al tercer teniente de alcalde José Martínez Otonel y a los concejales Miguel Martínez y Francisco Pérez Moreno.


El alcalde y concejales se dirigieron a la población conquense con un manifiesto que era repartido en mano a los vecinos conquenses.


Poco varió el programa con respecto a otros años y así el día catorce a la una del mediodía, hubo un volteo general de campanas de todas las iglesias y santuarios de la ciudad que se repitió posteriormente al toque de oraciones , siendo en ambas ocasiones iniciados por las campanas de la catedral y la torre de Mangana, igual que en la madrugada del día quince, fecha donde se dijeron misas rezadas desde las cinco hasta las ocho de la tarde. En esta última hora la Corporación Municipal y los invitados al acto se concentraron en el Ayuntamiento para asistir en la catedral a la misa de Réquiem.

 


Abría la comitiva una escuadra de batidores de la guardia civil, a quienes seguían los residentes de la Casa de Beneficencia y los familiares de las víctimas y vecinos conquenses; detrás iban los diversos jefes y oficiales de las administraciones civiles y militares con destino en la capital; representaciones de corporaciones y Diputación Provincial, así como la Corporación Municipal bajo mazas. Cerraba el cortejo la banda de música de la Beneficencia y fuerzas del Ejército de guarnición en la ciudad.
Una vez que hubo concluido la ceremonia religiosa en la catedral, se dirigieron en comitiva hacia el mausoleo en honor de las víctimas de julio de 1874, haciendo el recorrido desde la Plaza Mayor, Correduría {hoy calle de Alfonso VIII), Cordoneros {Andrés de Cabrera), San Juan (G. Mola), Palafox, Juego de Pelota (Calderón de la Barca), Madereros (Avda. José Antonio) y Aguirre, incorporándose los sacerdotes de la parroquia de San Esteban a su paso por ella.


Ante el Monumento, se cantó un solemne responso, seguido de las salvas de ordenanza y una vez de vuelta, en la parroquia de San Esteban se dio por concluido el acto.

 

Por espacio de cincuenta años los conquenses recordaron con actos similares aquel suceso lamentable y ya a partir de 1925 se redujeron sólo a una misa en memoria de las víctimas. Después de la guerra civil el monumento fue derribado y retirado.

 

Grabado sobre el saqueo de la ciudad de Cuenca. Las tropas carlistas entraron en Cuenca el 15 de julio de 1874 al frente de Alfonso de Borbón y de Este y su mujer María de las Nieves de Braganza. El balance fue treinta y seis ciiudadanos conquenses fusilados, siete muertos, trescientos once heridos. (Semanario " La Ilustración Española y Americana").

 

Relación de los individuos que fueron fusilados, muertos y heridos durante y después del ataque a esta capital por las facciones carlistas a las órdenes de D. Alfonso y D.ª Blanca de Barbón, en Julio de 1874.


PAISANOS

 

José Jiménez Collado, fusilado fuera del término municipal.
Modesto Torrijos Barambio, fusilado en Santiago.  
Mariano Castellanos Recuenco, fusilado en San Jerónimo.
Román Alcolea Álvaro, fusilado en la carretera de Valencia como a media legua de la capital.
Jerónimo Ballesteros Marcos, fusilado a la entrada de la carretera de Teruel.
Isidoro Redondo Mallado, fusilado. Deja viuda y cuatro niños sin recursos.
Pedro Díaz Escamilla, fusilado. Deja viuda y tres niños sin recursos.
Marcelino Ramos Moya, fusilado.
Juan García Aimonacid, fusilado. Deja viuda y tres hijos menores sin recursos.
Saturnino Martínez Calleja, fusilado. Deja viuda y cuatro hijos sin recursos.
Marcos Rozas, fusilado. Deja viuda y tres hijos de corta edad.
Anselmo Salas Sanz, fusilado. Deja viuda y tres hijos sin recursos.
Miguel Megía Martínez, fusilado. Deja a su madre viuda v sin recursos.
Nicolás Pérez Ceballos, fusilado. Deja viuda y tres hijos en la mayor miseria.
Ensebio Rodrigo Algarra, fusilado. Deja en la mayor miseria a su hermana (huérfana de madre, y a su padre impedido de 69 años
Félix Gómez Calleja, fusilado. Deja viuda y dos hijas en la mayor miseria.
Rufino Funes, fusilado fuera del término municipal.
Mauricio Ojeda Palomo, fusilado fuera del término municipal.
Anico (tonto de ia Ventosa), fusilado en Santiago.
Tomas Sepúlveda Martínez, fusilado. Deja viuda y una hija de corta edad.
Mariano Martínez Sanz, fusilado fuera del término municipal.
Victoríano de León Cercenado, fusilado Deja seis hijos sin recursos.
Antonio Benitez Gascón, fusilado en San Gil. Deja hijas.
Enrique Escobar Valdeolivas, fusilado en San Gil. Deja hijas
Francisco Salar Navarrete, fusilado en el Cementerio general.
Tereso Jiménez, peón caminero, herido grave en San Gil. Deja viuda.
Nicolás Pérez, vigilante Orden público, fusilado. Deja viuda y tres hijos en la mayor miseria.
Manuel Almonacid Saiz, fusilado en Santiago.
Un empleado desconocido, viste pantalón y levita, fusilado en San Gil.
Jorge Martin Muñoz, fusilado. Deja viuda.
Plácido Palomo Bergara, fusilado fuera del término municipal.
Perfecto Santa Cruz y Ramírez, fusilado fuera del término municipal.
Joaquín Recuenco Mayordomo, fusilado fuera del término municipal.

Miguel Martínez Ballesteros, fusilado   en Santiago.
Inocente Cornago Barrio, fusilado en Santiago
Ramón González, fusilado en Santiago.
Marcos Delgado Isidro, garbancero de Torrecilla, fusilado en Santiago.
Lorenzo Vela Pérez, fusilado fuera del término municipal.
Bernardo García Abejar, fusilado en Santiago. Deja viuda sin recursos.
José Antonio García, peón caminero, asesinado en la bajada de las Angustias. Deja viuda encinta y siete hijos en la mayor miseria'.
Vicenta Gómez Pintado, murió en el ataque con su marido Miguel García Contreras, que era Guardia civil. Deja dos hijas huérfanas sin recursos.


MILITARES


Anastasio Sacedón,  sargento de la Guardia civil, herido gravemente y muerto a consecuencia de ello. Deja viuda y dos hijas sin recursos.
Miguel García Contreras, guardia civil, muerto. Deja viuda y dos hijas sin recursos.
Francisco de la Peña, teniente del Batallón de la Reserva. Muerto a consecuencia de las heridas recibidas.


PAISANOS HERIDOS


Juan García Cañas, herido contuso.
Tereso Giménez. Herido grave. Muerto en San Gil. (Peón Caminero)
Joaquín Tarín Gimeno- Herido leve.
Doroteo Priego. Herido contuso.
Buenaventura Cantero (mujer). Herida grave.
José Díaz Oquendo. Herido muy grave en el brazo y costado al huir de la persecución de los carlistas.
María Mena. Herida muy grave.
Gregoria Mondéjar (hija del guarda de Casa Sola). Le amputaron el brazo izquierdo.
Agustina García. Herida gravemente en el brazo izquierdo.
Blas Salinas y su esposa Ventura Cantero. Heridos en el brazo izquierdo Esta última con fractura del
hueso por el codo.


OTRAS VICTIMAS


Ana Martínez. Fusilado su hijo.
Josefa Recuenco (huérfana). Fusilado su padre.
Miguel Mondéjar. Muerta una hija por consecuencia de un balazo.
Francisco Cornago. Fusilamiento de su hijo Inocente.
Petra M.a Bascuñana. Muerto su esposo 'a consecuencia de los malos tratos recibidos por los invasores.
Pilar Rodrigo. Huérfana de madre. Fusilado su hermano y con su padre impedido de 69 años.
Petra Quiñones, viuda del Sargento Sacedón, muerta a causa de los sucesos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Grabado xilográfico de la tercera guerra carlista.

Muestra la ejecución por parte de los carlistas de ciudadanos conquenses en la toma de Cuenca el 15 de julio de 1874.

 

Grabado alemán, Der Bürgerkrieg in Sapnien: Die Ermordung der Gefangenen von Cuencaduerch die Karlisten

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Grabado Guerra Carlista en España. La toma de Cuenca. Año 1874

Procedencia: Diario Inglés de Agosto de 1874

Título: The War in Spain, The Taking of Cuenca