EL MERCADO MUNICIPAL EN EL CERRILLO DE SAN ROQUE

Antonio Rodríguez Saiz


Desde la mitad del siglo XIX fue preocupación de los conquenses la construcción de un mercado municipal para la venta de artículos, preferentemente, alimentarios, de consumo diario que sustituyese a la venta callejera que tuvo su precedente en los antiguos “toldillos”, ubicados en la Plaza Mayor. Eran reducidos espacios resguardados por un toldo para protegerse de las inclemencias y rigores del tiempo donde vendían, aceites, carnes, verduras, legumbre, frutas, etc.…

Hubo por aquellos años distintos planes y proyectos que no se llegaron a verificar hasta que avanzado el último cuarto de siglo XIX se expropiaron algunas pequeñas propiedades y se construyó el primer mercado que hubo en Cuenca situado en la calle Solera pero que no tuvo el resultado deseado, principalmente, por los inconvenientes de accesibilidad y porque la ciudad estaba traspasando la barrera natural del Huécar e iba aumentando su población en la parte baja. Fue derribado en 1912 y en su lugar se hizo el llamado Jardinillo del Salvador.

Cuenca volvía a carecer de mercado municipal y sería en el año 1925 cuando se subastaron las obras de otro, donde actualmente está la Plaza de España, y cuyo coste de construcción fue de 349.729’98 pesetas.

Junto a él en la inmediata Plaza de los Carros existían puestos entoldados al aíre libre de frutas, dos permanentes de quincallería y una churrería en una caseta de madera.

Este mercado de abastos al inicio de la postguerra fue calificado por acreditados técnicos de “muy desagradable aspecto y mediana construcción”, habiéndose así reflejado en el Plan de ordenación de la Ciudad de Cuenca proyectado por el arquitecto, Manuel Muñoz Monasterio a quien se le encargó el trabajo de hacer en su lugar una plaza digna donde se edificaría el Ayuntamiento y el Gobierno Civil. Antes se había excluido el deseo de su construcción en las huertas del Puente de Palo (Parque del Huécar) como en principio se había pensado “por las graves dificultades de cimentación y la deficiencia de sus accesos que requerían expropiaciones a gran coste” encontrando, Muñoz Monasterio mejor solución hacer el nuevo Ayuntamiento en el lugar que ocupaba aquel mercado de abastos y así se lo exponía por escrito (15-11-1941) al alcalde, Jesús Merchante Sánchez recordándole que en su entorno estaban los edificios del Banco de España, Casino de la Constancia, Teatro Cervantes, Hotel Iberia y otros que formaban un digno territorio.

Lo expuesto anteriormente tendría por consecuencia, en caso de llevarse a cabo, la demolición de aquel mercado y la ejecución de uno nuevo con una visión de futuro para hacer frente al previsible desarrollo de la capital.

Este anteproyecto de ordenación urbana fue enviado a la Dirección General de Arquitectura, que figuraba dentro del organigrama del Ministerio de Gobernación, para que emitiese un informe de aceptación u objeciones. Para ello se desplazó a Cuenca el arquitecto Jefe de la Sección de Urbanismo del departamento, Pedro Bigador Lasarte acompañado del director de Arquitectura Municipal de Madrid, Gaspar Blein Zaragozaga que dictaminaron favorablemente el anteproyecto con la posterior conformidad y firma (21-7-1942) del Director General de la Vivienda, Pedro Muguruza Otaño, remitiéndose al Ayuntamiento de Cuenca. Fue conocido por el pleno de la Comisión Gestora (Corporación Municipal) trece días después y aprobado todo su contenido.

Relacionado con la razón que mueve escribir este artículo se encuentra en el siguiente párrafo del precitado informe que dice:

“A consecuencia de la desaparición del actual Mercado de Abastos se propone la construcción un nuevo Mercado en la parte interior de la manzana comprendida entre las calles de José Cobo, Cervantes, Magdalena S. Fuentes (actual Poeta Diego Jesús Jiménez) y Ramón y Cajal. El anteproyecto que se presenta de disposición del Nuevo Mercado es agradable y sanea un sector que muy bien situado en relación con el centro actual, está sin embargo formado por construcciones de ínfima categoría”.

Según esta descripción el espacio más apropiado y conveniente para la construcción, entonces, del mercado en la ciudad era el conocido desde siglos por Cerrillo de San Roque, una pequeña elevación de terreno y céntrica formada en el momento presente por cuatro reducidas calles y un solo acceso para vehículos, donde estuvo una ermita dedicada al santo protector de las epidemias que por la peste hubo en Cuenca (1508-1509).

Librada la capital de ella por su intercesión según los católicos, se tomó el acuerdo de celebrar fiesta en su honor todos los años y aún seguimos celebrándola (16 de agosto) desde el siglo XVI.

La ermita de San Roque fue quemada y destruida totalmente por los franceses durante la Guerra de la Independencia. Quede para la historia local que en ella estuvo la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros acompañaban y consolaban a los condenados a muerte en sus últimos momentos de vida. Fue la primera cofradía y la primera de la Semana Santa de Cuenca, según estudiosos del tema.

El procedimiento seguido por parte del Ayuntamiento para la aprobación del Plan donde estaba incluido la adecuación del Cerrillo de San Roque para construir ahí el nuevo mercado sufrió cierto retraso si observamos que hasta el 19 de febrero del año 1944 no fue aprobado, por unanimidad, en sesión extraordinaria y como era preceptivo su envío a la Comisión Central de Sanidad Local (Madrid) que daría su consentimiento en 1946.

Es sensato, que no entre a valorar el Plan, no soy técnico pero, si puedo decir, es evidente y perceptible que la idea de hacer un mercado en el Cerrillo de San Roque quedó sólo en deseo no realizado. Solamente nos queda una fotografía de la reforma, a realizar, para situar ahí el nuevo mercado (reproducida por Troitiño en su meritorio libro, “Evolución y crisis de una vieja ciudad castellana”).

Era de una sola planta con una fuente de cuatro caños frente a su fachada principal con destacada puerta metálica de acceso y sobre ella un reloj.

El mercado actual, construido en el solar de la Plaza de los Carros se hizo por acuerdo de la Corporación Municipal del año 1973. Se encuentra en un estado totalmente lamentable desde hace años en espera, parece no lejana, de una solución muy necesitada y deseable por la población conquense.

 

                                                                                   Febrero 2022

Fuentes:

A.M.C legajo 2.445 expte. 7

Cuenca 2021